En defensa de la independencia judicial efectiva

¡Vaya tema abordado por la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de nuestro país durante la ceremonia conmemorativa al 106 Aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917! La independencia judicial, por demás relevante y más aún en estos tiempos donde el respeto a la autonomía de los poderes del estado debe de ser un discurso casi diario.

La ministra presidenta de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), Norma Lucía Piña Hernández, afirmó que nunca se debe perder de vista la independencia judicial.

“La independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectivas las libertades y la igualdad de las y los mexicanos”.

En presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Teatro de la República, allá en Querétaro, donde fue promulgada la Constitución en 1917, la ministra expresó que “la independencia judicial, es la principal garantía de imparcialidad del Poder Judicial, siempre, en beneficio de la sociedad”.

Por ello consideró como sano y necesario ponderar la actividad de los jueces, en virtud de las resoluciones que emiten, y nunca perder de vista la independencia judicial de los juzgadores y la de uno de los poderes constitutivos de la República.

“Una judicatura independiente es pilar de nuestra democracia. Es el legado que nos transmite nuestra ley fundamental. Tenemos la responsabilidad de preservarla y fortalecerla, de lo contrario, corremos el riesgo de mermar esa garantía en detrimento de las propias personas que nos demandan justicia”.

Así el mensaje de la presidenta de la Suprema Corte, frente al presidente de la República. No es casualidad que durante el discurso de tan relevante conmemoración la ministra abordara este tema. Pero ¿Qué es la independencia judicial? Es un principio básico que soporta los pilares del estado de derecho y la democracia.

La independencia judicial, es un principio que resulta indispensable para la protección de los derechos fundamentales, es la garantía de imparcialidad, pero además de certeza ciudadana respecto de una correcta impartición de justicia. Luego entonces, los jueces sólo pueden ser dependientes de la Constitución. La impartición de justicia por ningún motivo, y bajo ninguna excepción, puede estar al arbitrio de intereses políticos o personales.

Y es que, la integración y desempeño de este poder, donde se defienden la Constitución y se garantizan los derechos humanos de las personas, no puede, ni debe por ningún motivo, y bajo ninguna excepción, estar al arbitrio de intereses particulares. Sin lugar a duda es momento de potencializar la independencia judicial, de ahí que la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación haya elegido el mejor momento para impulsar el tema: el 106 aniversario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917.

De paso, Norma Lucia Piña recordó a los presentes, entre ellos el presidente de la República que “la Constitución es un inmenso y muy poderoso manto protector de certeza, de confianza, de seguridad y, sobre todo, de unión entre las y los mexicanos y obliga a todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad”.

Y luego, tras lo expresado extendió la invitación a trabajar, hombro con hombro, por el bien del país, para dar ejemplo de que, “en la unidad nacional, somos dignos herederos de nuestra historia”. Ahora el análisis de la invitación a la unidad será motivo de análisis, considerando la imparcialidad que caracteriza la carrera ministra.