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En años recientes la economía del país se ha manejado con criterios verdaderamente populistas y electoreros. Esto nos ha causado mucho daño, ya que para lo elemental no hay recursos; (medicinas en los hospitales públicos) y para lo superfluo abundan. (Caso de la elección de jueces y festivales)
Se ha derrochado el dinero público en tonterías y ocurrencias. Se ha vivido de préstamos. Se ha polarizado a la población dividiéndola entre pueblo bueno y conservadores; entre fifís y progresistas.
Esa división no es buena para enfrentar los retos tan grandes que tenemos enfrente, ni para promover la inversión que genera empleos productivos bien pagados.
Por si fuera poco, han ido avanzando las medidas tomadas desde el Poder Ejecutivo para anular al Poder Judicial y sustituir a jueces, magistrados y ministros por personas afines a la llamada 4ª Transformación.
Esto están haciéndolo través de una elección carísima, complicada y bastante enredada que no tiene pies ni cabeza y al parecer ya está arreglada de antemano mediante filtros convenientemente instalados, para que solamente lleguen a los cargos en disputa los incondicionales.
El Poder Legislativo a su vez se ha convertido mediante una mayoría artificialmente construida, en un instrumento al servicio del ejecutivo. Perdió su independencia y con ello su capacidad de mantener los equilibrios y evitar abusos.
Los organismos autónomos que generaban contrapesos y exigían transparencia, cuentas claras y protección de los derechos humanos han sido colonizados también por el oficialismo.
Con tal estado de cosas, nadie en sus cinco sentidos va a querer invertir en un país, donde las garantías mínimas que requiere cualquier emprendedor brillan por su ausencia y las leyes se cambian a contentillo de quienes mandan.
Tales políticas han afectado con severidad nuestro desarrollo, a grado tal que desde antes de que apareciera Trump en escena, ya la economía mexicana venía dando tumbos cuesta abajo.
Si a lo anterior se le agregan ahora la prepotencia y la insolencia del presidente Trump con todo y sus aranceles; las consecuencias para México pueden ser de pronóstico reservado.
De ahí la importancia de buscar la unidad en serio de toda la población, dejando atrás el discurso polarizante que se transmite en las mañaneras, donde se descalifica y agrede a quienes piensan diferente del oficialismo.
Por cierto, no deben olvidar quienes reciben pensiones y programas sociales, que el dinero que les entrega el gobierno proviene de préstamos y de impuestos que pagan los emprendedores y la gente que sí trabaja y produce. Jamás sale del bolsillo de los políticos.
Por todo eso y por muchas cosas más, la obligación de nuestras autoridades consiste en promover la unidad nacional a toda costa. Solamente un pueblo unido puede vencer los grandes retos que se nos vienen encima.
Por cierto una observación más: En lugar de hacer costosos mítines con miles de acarreados, concentrados en la Plaza de la Constitución para gritar consignas a favor del gobierno, que no sirven para nada práctico; lo que deberían hacer nuestras autoridades es reunir a los mejores talentos del país para establecer una estrategia conjunta y sensata que impida la aplicación de los aranceles.
Así es como se resuelven los grandes retos. La palabrería hueca, los discursos rolleros y los mítines multitudinarios pasados de moda, no nos llevarán a nada.
Hay en México gente muy valiosa y preparada que puede aportar soluciones prácticas para sortear la crisis de la mejor manera posible, evitando así la devaluación y la depresión, que junto con la inflación desbocada ya están a la vuelta de la esquina.
Se requiere humildad para convocarlos y apertura total para escucharlos. También sensatez y madurez para poner en práctica las mejores acciones que recomienden los expertos.
Pretender resolver nuestros añejos problemas en base a los consejos que dan los aduladores, simplemente nos llevarán al desastre
Lo mismo pasará con la economía mexicana si en reciprocidad nuestro gobierno decide imponer aranceles a lo que importamos de USA. La inflación se disparará y acabaremos pagando justos por pecadores. Doble golpe se le dará al pueblo bueno y sabio.
Ojalá y nuestro gobierno haga a un lado el discurso y la actitud populista para escuchar a quienes pueden aportar su talento y experiencia para salvar al país.
¿No les parece a Ustedes?.
Muchas gracias y buen fin de semana.