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La reforma judicial combina la técnica con la sensibilidad social. La primera está prevista en la configuración de comités técnicos que evalúen a las candidaturas. Así, se valoran conocimientos técnicos, aptitudes, antecedentes, entre otras características. Por su lado, la sensibilidad social se demostrará en campañas electorales. Las y los candidatos expondrán sus puntos de vista, sus resoluciones, su historial y su filosofía de vida.
Recientemente participé en un foro jurídico en la Universidad Veracruzana donde platiqué sobre argumentación jurídica. Si bien es un tema técnico, sus efectos repercuten en la legitimidad, eficacia y adecuación de las decisiones judiciales. Por ello, ejemplifiqué lo complejo del tema con "El caso de los exploradores de las cavernas".
Es un ensayo ficticio escrito por Lon L. Fuller en 1949. Este texto continúa siendo una herramienta invaluable para reflexionar sobre la interpretación de la ley, el papel de la moral en el derecho y los límites de la función judicial.
Un caso, múltiples visiones
En el relato, cinco exploradores quedan atrapados en una cueva y, tras semanas al borde de la inanición, deciden sacrificar a uno de ellos mediante sorteo (tombolazo) para sobrevivir. Al ser rescatados, enfrentan un juicio por asesinato, con la pena de muerte como sanción establecida por la ley.
Lo fascinante de este caso es la diversidad de opiniones expresadas por los cinco jueces ficticios, quienes representan corrientes jurídicas fundamentales:
Mi visión como magistrado federal
Este caso es un ejercicio ejemplar de cómo las interpretaciones jurídicas, aun partiendo del mismo punto, pueden discrepar profundamente según la corriente filosófica o el método interpretativo empleado. Durante mi intervención en el foro, reflexioné sobre la responsabilidad de las personas juzgadores ante dilemas complejos:
En mi experiencia como magistrado, he aprendido que detrás de cada decisión judicial se encuentra el desafío de armonizar el derecho positivo, con el imperativo de garantizar justicia social a todas las personas. Fuller nos invita a reconocer que la ley no existe en el vacío; está viva en su interpretación y en su aplicación, siempre atravesada por la humanidad y la ética del juzgador.