El presidente López Obrador se burla de sus opositores al asegurar que la marcha que se realizará este día será de puros acarreados, desde ricos empresarios, obreros, campesinos y la gente humilde, todos ellos serán el gran contingente que se reunirá hoy en el zócalo de la Ciudad de México.
Dice que son acarreados porque quieren manifestarse de los grandes logros alcanzados en el cuarto año de la gran transformación que ha cambiado la conciencia del pueblo.
De qué manera podrían agradecer la creación récord de empleos, la solidez de nuestra economía, el apoyo a 12 millones de adulos mayores y los millones de becas a jóvenes y personas discapacitadas.
Ya hizo su ruido mediático la inminente boda de Claudia Sheinbaum, con su pareja con la que ha vivido varios años. Los memes de los contrarios a la candidatura de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ya hasta mencionan al gobernador Cuitláhuac García y la secretaria de Energía Rocío Nahle como los posibles padrinos de ese matrimonio.
Ambos personajes continuamente viajan a la capital para hacerse presentes en los inicios de la campaña presidencial, temen que no sean tomados en cuenta cuando en el pasado no tenían ninguna relación con la consentida de AMLO.
El matrimonio era más que obligado, se imaginan presentando a su pareja de muchos años y no es formalmente su esposo.
Se espera que se conserve la austeridad y no resulte como las bodas de los funcionarios Santiago Nieto y César Yáñez que provocaron un congelamiento en sus relaciones con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pasa el gobierno de Veracruz por una situación no vista en otros sexenios y que debería preocuparle a los que gobiernan la entidad.
Y lo más crítico es que es en el máximo recinto legislativo donde se han generado los escándalos de acoso sexual y violencia contra las mujeres e incluso violencia política de género.
Ha tocado el turno a dos secretarios del gabinete, el último fue el de Sedesol, Guillermo Rivera.
Vaya respeto a la mujer en la política veracruzana y en el gobierno de la 4T.
En el cabildo de Veracruz, la alcaldesa, Patricia Lobeira no quiere que nadie le señale sus errores. Se enoja hasta si la miran feo como pasó con el Jaranero de la Iguana que estaba presente en un evento en el cabildo.
Lo extraño es que en los últimas semanas, algunos ediles pues es sabido que hay varios que están planchaditos y mejor no se mueven para que no los volteen a ver, pero los que han sido combativos y puntualizan los excesos y posibles anomalías en el manejo del ayuntamiento, tampoco se han mostrado.
Incluso, el silencio es enorme, debido a que constantemente sin pelos en la lengua le decían a Lobeira de Yunes las cosas que estaban mal, como el reciente escándalos con las despensas con el que se dio un millonario robo.
Lo grave sería que hubiera una razón delicada de fondo, que tuviera que ver con alguna advertencia a la persona de estos ediles críticos y combativos, por lo que ahora se han sumido en el silencio.