Por si no te enteraste, el pasado 16 de octubre se celebró el Día Mundial del Pan; y no, no estamos hablando del partido político nacido en México durante el siglo pasado, sino a ese suave y esponjoso alimento que es parte indispensable de la alimentación humana.
Presente en diversas culturas alrededor del mundo, el pan ha cambiado desde su elaboración más básica mezclando harina y agua para crear una masa que pueda fermentarse hasta los diversos productos procesados y artesanales que consumimos a diario.
En ese sentido, ¿alguna vez te has preguntado cuál es el origen del pan? Si la respuesta es sí, trataremos de dar algo de luz a este cuestionamiento a continuación.
Según la revista National Geographic, hay antecedentes sobre la presencia del pan en grupos de cazadores y recolectores de Oriente Próximo alrededor del 9000 antes de Cristo conocidos como natufienses.
Sin embargo, aunque muchos creen que este alimento está ligado al desarrollo de la agricultura la realidad es que el pan habría aparecido mucho antes de los cultivos.
Estudios citados por Natgeo indicarían que restos carbonizados de alimento en la región de Jordania serían la evidencia más antigua de la presencia de pan en Asia y las cuales se remontarían a hace 14 mil 400 años, al menos cuatro mil años antes de que surgiera la agricultura.
Si bien no hay indicios claros de cómo es que estas tribus preparaban pan, observando a las tribus nómadas de hoy podemos darnos una idea, idea puesto que estas lo cocinan colocando la masa sobre las brasas o cubriéndola con cenizas; tampoco se descarta el uso de alguna piedra plana precalentada.
Estas sociedades usaban varios artículos de molienda para triturar semillas y cereales silvestres como trigo, cebada y avena junto con otros tubérculos y luego los juntaban con agua para obtener la masa.
Estos procedimientos se fueron perfeccionando y cambiando con el paso del tiempo y de apoco el pan dejara de ser solo una comida de cazadores y recolectores a una parte central de la dieta de las sociedades agrícolas que nacieron más adelante.
La elaboración de la masa para pan se habría generalizado en el periodo Neolítico; los egipcios, por ejemplo, habrían sido de los primeros en descubrir que la fermentación ayudaba a producir un tipo de pan más ligero, además que habrían sido ellos quienes desarrollaron los primeros hornos para pan.
Una historia bastante interesante para ese panecito que acompañas hoy día con un café cuando hace frío, ¿no lo crees?