Un primero de enero, pero de 1873, el presidente Sebastián Lerdo de Tejada inauguró la ruta ferroviaria México-Veracruz, acontecimiento que hoy conmemora su 150 aniversario. Con la llegada de los trenes, el desplazamiento de personas, así como las actividades comerciales, se facilitaron de manera significativa.
De la misma manera, permitió que la integración de México a la economía a nivel mundial durante el siglo XIX, a través de dichas vías que sirvieron de conexión con la capital de la República Mexicana con el puerto más importante del país: el puerto de Veracruz.
El primer paso para establecer el ferrocarril en el país, fue realizado a través del presidente Anastasio Bustamante, quien otorga la concesión para la construcción de las vías ferroviarias con dirección hacia Veracruz a Francisco de Arrillaga en el año 1837.
Sin embargo, la inestabilidad de la cual padecía México impidió que la obra se pudiese materializar. Por ello, Antonio López de Santa Anna entregó la concesión a la Comisión de Acreedores en 1842, misma que, posteriormente, pasa a manos del ciudadano británico John Laurie Rickards en 1853, quedando "estancado" el proyecto.
Para 1862, sólo se habían logrado construir 41 kilómetros de vías férreas que no lograban conectar a la capital con el puerto veracruzano pero que ya se encontraban en operación, luego de haberle otorgado licencia a Antonio Escandón en 1856 a través de los hermanos Leandro y Manuel Mosso, reconocidos mercaderes y hacendados del estado de Morelos.
Por consecuencia, Antonio Escandón cede dichos permisos para dar pie a la formación de la Compañía Limitada del Ferrocarril Imperial Mexicano en Londres, la cual fue reconocida por Maximiliano durante el Segundo Imperio. La compañía construyó 76 kilómetros de vías entre Veracruz y Paso del Macho, sumando 139 kilómetros más entre la Ciudad de México y Apizaco.
Nuevamente, el proyecto se ve interrumpido, ocurriendo ahora en 1866 tras el colapso del Imperio de Maximiliano. Cabe destacar que las rutas ferroviarias que se encontraban establecidas sirvieron de ayuda para los liberales que iniciaron el combate frente a lo que consideraron como uno de las causas del atraso económico y social en México, siendo la ausencia de vías de comunicación y transporte como el aspecto primordial.
Finalmente, el presidente Benito Juárez renueva la concesión del proyecto a la familia Escandón tras el triunfo de la República, formándose así la Compañía Limitada del Ferrocarril Mexicano, dependencia que terminó por completar el tramo entre Puebla y la capital del país en 1869, siendo inaugurada la obra ferroviaria México-Veracruz en su totalidad en 1873.
Crédito: Filmoteca UNAM