La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó recientemente sobre una enfermedad no identificada que tuvo un brote en la zona de Panzi, provincia de Kwango, República Democrática del Congo, entre el 24 de octubre y 5 de diciembre.
Entre un total de 406 casos analizados inicialmente se registraron 31 muertes, lo que le otorga a la enfermedad una tasa de mortalidad del 7.6%. Se dice, no obstante, que podría haber matado ya a 143 personas.
Señala también que son los niños de 0 a 14 años el grupo más vulnerable a esta enfermedad, siendo que representan más del 63% de casos confirmados; les siguen las mujeres, con el 59.9%.
Los síntomas de esta patología son prácticamente iguales a los de una gripe común, mismos que incluyen: fiebre, dolor de cabeza, tos, secreción nasal y dolores corporales.
No obstante, en los casos más graves y avanzados, los portadores presentan desnutrición severa, y el 71% de las muertes ocurren en menores de 15 años.
La ubicación rural y remota de la zona afectada, de acuerdo con el organismo mundial, es un factor que ha dificultado las investigaciones para identificar la causa del brote. Los equipos científicos desplegados han recogido muestras, buscado casos activos adicionales e investigando la dinámica de transmisión, pero la enfermedad permanece sin identificar.
No obstante, los análisis iniciales en el periodo mencionado al inicio llevaron a la OMS a indicar que "dada la presentación clínica y los síntomas notificados, y una serie de muertes asociadas, se están considerando la neumonía aguda, la gripe, el COVID-19, el sarampión y la malaria como posibles factores causales".
Además, la desnutrición es observada como factor contribuyente. La OMS sospecha que la malaria, siendo una enfermedad común en esta zona, podría estar causando o contribuyendo a los casos. "Es posible que más de una enfermedad esté involucrada".
Mientras que, a nivel mundial, el riesgo se considera bajo, pero se mantienen latentes las preocupaciones por posible transmisión transfronteriza, ya que la zona afectada se encuentra próxima a la frontera del Congo con Angola. "Será esencial mantener la vigilancia y la coordinación transfronterizas para mitigar este riesgo", concluye.