La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido mantener el máximo nivel de alerta ante la epidemia de mpox, anteriormente conocida como viruela del mono.
El brote no solo afecta a regiones específicas también sigue expandiéndose geográficamente. El director general de la OMS, respaldado por el comité de emergencia del Reglamento Sanitario Internacional, confirmó que el resurgimiento del mpox continúa siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional, una categoría declarada inicialmente el 14 de agosto de este año.
En particular, la República Democrática del Congo (RDC) es el país más afectado, seguido por Burundi y Nigeria.
Aunque el virus fue identificado por primera vez en 1970 en la RDC, permaneció mayormente confinado a regiones africanas hasta 2022, cuando comenzaron los brotes en países desarrollados donde no había circulación previa.
Actualmente, se registran dos epidemias simultáneas: una vinculada al clado 1, que afecta principalmente a niños en África Central, y otra al clado 1b, que predomina en adultos en el este de la RDC y naciones vecinas.
La mpox es una enfermedad zoonótica viral causada por el virus de la viruela símica, de la familia Orthopoxvirus.
La transmisión ocurre a través del contacto cercano con fluidos corporales, lesiones cutáneas, gotículas respiratorias o materiales contaminados, como ropa de cama.
No existe un tratamiento específico aprobado exclusivamente para el mpox, aunque antivirales como el tecovirimat han mostrado eficacia en casos graves.
La vacunación con inmunógenos como ACAM2000 y Jynneos ofrece cierta protección, aunque su uso se recomienda principalmente para poblaciones en alto riesgo.
La prevención sigue siendo clave. Evitar el contacto con animales infectados y con personas que presenten síntomas, junto con una estricta higiene personal, son medidas esenciales.
Además, en caso de sospecha, es fundamental buscar atención médica para confirmar el diagnóstico y prevenir complicaciones.