La Dirección de Limpia Pública, encabezada por Antonio Rodríguez Navarrete, se encuentra gestionando importantes desafíos en la recolección y disposición de residuos en Misantla, durante las recientes festividades, la ciudad ha experimentado un incremento de hasta 6 toneladas adicionales de basura al día, un aumento que pone en evidencia la urgencia de reforzar tanto las labores de limpieza como la conciencia ciudadana en cuanto a la correcta separación de residuos.
El promedio diario de recolección se sitúa entre las 50 y 55 toneladas, pero en estas fechas, el volumen de basura ha superado las expectativas, a pesar de que la población ha mostrado una respuesta positiva en cuanto a la separación de desechos, con un 80% de colaboración, Rodríguez Navarrete advirtió que aún existen zonas conflictivas donde la participación ciudadana no es la ideal.
"Hay puntos rojos donde los vecinos no colaboran como quisiéramos", señaló el director, mencionando como áreas problemáticas la entrada a la colonia Francisco Reyes, la terminal de Banderilla y la esquina de Ocampo con Alatriste, puntos donde el personal de la Dirección enfrenta resistencia para mantener el orden y la limpieza.
Ante esta situación, Rodríguez Navarrete hizo un llamado a la ciudadanía para asumir su parte de responsabilidad en este esfuerzo conjunto, "si los vecinos no apoyan, nosotros solo podremos hacer hasta donde nos lo permita la infraestructura", comentó, destacando que un ambiente limpio es una tarea compartida, en la que el gobierno municipal no puede cargar solo con el peso de la limpieza sin la cooperación de los residentes.
La gestión de residuos en la ciudad podría enfrentar aún mayores dificultades si la segunda etapa de remediación del basurero municipal obliga a su cierre definitivo, en este escenario, el "Plan B" sería trasladar los desechos a un relleno sanitario en Martínez de la Torre, lo que, aunque viable, representaría un costo adicional tanto para la administración local como para los contribuyentes.
Rodríguez Navarrete también subrayó la importancia de la separación de residuos, una estrategia clave para reducir el impacto ambiental y facilitar la gestión de la basura, destacó que la basura orgánica, por ejemplo, puede ser reutilizada como composta, un recurso útil en terrenos o jardines, por ello, hizo un llamado a los habitantes de zonas rurales y urbanas para que separen y dispongan adecuadamente de sus residuos orgánicos, los cuales podrían ser aprovechados en sus propios hogares.
La recolección de residuos en las comunidades rurales se enfoca principalmente en los desechos inorgánicos, en un esfuerzo por promover el reciclaje y el compostaje, esta iniciativa busca, a largo plazo, reducir la cantidad de residuos que llegan a los vertederos y fomentar un uso más eficiente de los materiales orgánicos, mejorando la salud ambiental y la calidad de vida de los habitantes.
"El esfuerzo de los barrenderos es grande, pero necesitamos que cada quien ponga de su parte en su entorno inmediato", subrayó el director, invitando a la comunidad a comprometerse con el cuidado del medio ambiente y la higiene de la ciudad.
Con iniciativas continuas y el compromiso de la población, el desafío del manejo de residuos puede convertirse en un modelo de sostenibilidad y cooperación ciudadana, especialmente en tiempos de alta generación de basura, la responsabilidad compartida es clave para lograr una ciudad más limpia y sostenible.