Con un recorrido por el balneario Ojo de Agua, la síndica Enriqueta Victorina y los regidores primero, Roberto González Cruz, y segunda, Gilda Salinas, evidenciaron que la obra para ampliar la capacidad de agua que se bombea desde ese lugar al municipio, está mal hecha.
Señalaron que lamentablemente el alcalde Nahum Álvarez Pellico insiste en negarles cualquier información, por lo que de esa obra solo saben que costará entre 7 y 10 millones de pesos.
"Primeramente estamos en la casa de bombas, aquí salen todas las alimentaciones de lo que es cabecera municipal, con una bomba de 125 HP; sale la de Potrerillo Pueblo, I, II y III, que es una bomba de 150 HP; sale la bomba de Morelos que es de 20 HP; sale la bomba de 20 HP de Sur 4, y de aquí salen todas las tomas hacia parte de las industrias y el municipio", explicó el regidor González Cruz.
Agregó que de entrada el proyecto en su parte eléctrica se ve mal hecho porque quiere conectar una bomba de 125 HP para la línea nueva de 10 pulgadas y desperdicia la capacidad del transformador.
Comentó que la tubería ya fue introducida en la laguna sin que cuente con ningún soporte o abrazaderas, lo cual se debió haber puesto antes, pero sólo está amarrado con cables de plástico como amarre provisional.
Otro aspecto que consideraron los ediles fue que en el balneario Ojo de Agua, el más importante con que cuenta el municipio y que comparte con Orizaba, no se cuidó la estética.
"Como este es un balneario, es turístico, debieron haber cuidado la estética en la instalación de la tubería, pero está mal puesta, flotando, atravesada en la parte donde pasan las embarcaciones, debería llevar soporte de acero inoxidable, pues cuando venga en operación la bomba esto se va a mover y puede provocar un accidente con alguna persona que esté al lado de la tubería", indicó el regidor.
Incluso, en el área infantil el tubo queda a media área, echando a perder la vista de ese espacio dedicado a los pequeños.
Los ediles atribuyeron la mala planeación a la falta de capacidad y experiencia de quienes llevan a cabo la obra, que a todas luces se observa no cumple con requerimientos mínimos estructurales, pero el alcalde se encapricha en hacer las cosas a su manera y sin consultarles.