Aunque muchos fieles han resentido la pérdida de familiares debido a la pandemia del covid-19 o sufrido ellos mismos las consecuencias de la enfermedad, la Navidad permite llenarles de fe con la creencia de que Jesucristo ya vino y la esperanza de que va a regresar, indicó el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.
“Aunque este segundo año de pandemia no ha dejado de afectar a las familias, creo que la Navidad es un tiempo de paz y nosotros los cristianos nos llenamos de fe”, indicó.
Agregó que esta fecha no solo renueva la esperanza de lograr un mundo mejor, sino que también obliga al ejercicio de la caridad como una forma de dar testimonio de lo que se cree.
Consideró que la esperanza es la virtud que sostiene y anima a los cristianos, así como el motor de la Iglesia y el saber que el Señor cumple sus promesas.
Agregó que los feligreses deben seguir colaborando para que los valores del reino, como son la fraternidad, la justicia, la paz, se manifiesten de modo especial en ellos y en todos los hombres de buena voluntad, “como lo dijeron los Ángeles el día del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo”.