Bad Bunny enfrenta una controversia: la senadora puertorriqueña Nina Valedón, candidata al Senado por el Partido Popular Democrático (PPD), ha solicitado formalmente que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) investigue a la disquera Rimas Entertainment, la cual representa al famoso reguetonero. Valedón.
Valedón presentó esta solicitud ante la cadena de noticias Telemundo, alegando que Rimas Entertainment, con sedes en Caracas y Medellín, habría sido fundada gracias a inversiones millonarias provenientes de Rafael Jiménez Dan, un exfuncionario de Hugo Chávez.
Según la senadora, Jiménez Dan, un exmilitar retirado que ejerció como viceministro de Seguridad Jurídica, habría inyectado más de dos millones de dólares en 2014 para dar inicio a la disquera.
La preocupación de Valedón radica en que fondos provenientes de un régimen considerado autoritario puedan estar influyendo en la cultura y sociedad de Puerto Rico y Estados Unidos a través de figuras mediáticas como Bad Bunny.
Para la candidata, esta situación representa un riesgo potencial para el proceso democrático de su país. No se puede permitir que dinero proveniente de regímenes opresivos influya en la libertad de expresión, afirmó Valedón.
En su opinión, el poder económico que sustenta a grandes estrellas de la música no debería tener conexiones con gobiernos que coartan los derechos y libertades de sus ciudadanos.
Las declaraciones de Valedón han generado polémica en el ámbito político. Héctor Ferrer Santiago, miembro de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, se mostró en total desacuerdo con la candidata, argumentando que esta denuncia parece más un intento por ganar notoriedad mediática que una preocupación genuina por la democracia.
Asimismo, Ferrer defendió las críticas de Bad Bunny hacia la política local, considerándolas como un llamado a la reflexión.
Por su parte, el presidente del PPD, Jesús Manuel Ortiz, se desmarcó de las declaraciones de Valedón, señalando que las mismas no representan la postura oficial del partido.
Hasta la fecha, ni Bad Bunny ni los directivos de Rimas Entertainment han respondido públicamente a las acusaciones, lo que ha generado aún más especulaciones.