Meses después de la última desaparición de los Tiburones Rojos, un grupo de empresarios se interesó en devolver el futbol a Veracruz, sin embargo, la puerta de la Federación Mexicana de Futbol les fue cerrada.
Fidel Kuri Grajales, expropietario del club, fue expulsado de la Liga MX en diciembre de 2019 y con él todo lo relacionado a Veracruz. Su administración es recordada por constantes enfrentamientos con directivos, federativos y periodistas, así como turbiedades en la contratación de futbolistas y colaboradores.
Los adeudos que acumuló la empresa Promotora Deportiva del Valle de Orizaba A.C. le costaron el veto a la plaza y la extinción aparentemente definitiva del Tiburón en el ecosistema del futbol mexicano.
En 2013, el entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa entregó en comodato a Fidel Kuri junto a la marca Tiburones Rojos, el Estadio Luis Pirata Fuente, siempre y cuando el equipo permaneciera en Primera División.
Revocación que la administración de Cuitláhuac García hizo efectiva con la desafiliación del club, desalojando el estadio en noviembre de 2020. El empresario orizabeño respondió emprendiendo una disputa legal que duró meses.
En 2022, Gobierno del Estado volvió a la carga en la búsqueda de inversionistas, ofreciendo la renta gratuita y remodelación del estadio como incentivo, logrando un acuerdo con un nuevo grupo de empresarios, quienes finalmente consiguieron el sí de la FMF.
La única condición, respetar el veto a los Tiburones Rojos de Fidel Kuri Grajales. Si el puerto quiere futbol, será con otro nombre y otros colores forzosamente.
Las condiciones de la Liga MX cambiaron drásticamente tras las pérdidas económicas que dejó la pandemia en 2020. Fue presentado el Proyecto de Estabilización, que suprimió el descenso por seis años para proteger la inversión de los dueños de Primera División y rescató de la quiebra a los clubes del Ascenso MX.
Así nació la Liga de Expansión, abriendo la oportunidad a Morelia, Cancún, Tepatitlán y Tlaxcala como franquicias nuevas así como Tapatío, Pumas Tabasco y Raya2 como filiales. Desde entonces se han sumado Durango, La Paz y próximamente Veracruz.
Hasta ahora, la oportunidad de subir a Liga MX solo está disponible para las organizaciones que cumplan una certificación de cuatro elementos: estadio superior a 20 mil personas, instalaciones de entrenamiento propias, finanzas sanas y sistema completo de equipos inferiores y femeniles.
El plazo original de la suspensión del ascenso está vigente hasta 2026. No obstante, el fracaso de la Selección en el Mundial ha obligado a los altos mandos replantear su adelanto para estimular el nivel competitivo del campeonato mexicano.
Promover la salud y el deporte. Cuitláhuac García sostiene que ese es el propósito de su administración para impulsar el regreso del deporte profesional al estado. Por tal, mencionó que buscarán que el club se nutra de talento local, abriendo las puertas a jóvenes futbolistas veracruzanos.
Agregó que próximamente se presentará el torneo estatal de futbol, con un formato similar a la Copa Veracruz de beisbol, que ya aportó sus primeros prospectos a El Águila de Veracruz, otra institución deportiva recuperada en este sexenio.