Apenas terminaban las clases y se celebraban las graduaciones, cuando ya se estaban preparando nuevamente para entrar al nuevo ciclo escolar. Como era de esperarse, todos los alumnos estaban de plácemes después de haber pasado por la difícil experiencia de tomar clases en línea. El regreso presencial a clases los hizo sentirse animados y deseosos de volver a las aulas porque sabían que verían nuevamente a aquellos compañeros con los cuales habían convivido anteriormente.
Para ningún estudiante fue grato tener que tomar clases en la casa por tanto tiempo y, sin lugar a duda, para los maestros tampoco fue fácil, pero todos sabemos fue necesario que se tomaran estas medidas. La pandemia estaba en todo su apogeo y se tuvo que hacer así, ya que era la única forma de salvaguardar la vida de niños, jóvenes y adultos. por ese motivo los gobiernos tuvieron que hacer decisiones drásticas, pero necesarias.
Ahora que los alumnos volvieron a las aulas, finalmente podrán convivir con sus maestros y compañeros. En verdad, ese tiempo de clases en línea trajo algunas complicaciones y retrasos. Uno de mis nietecitos, quien debía de haber entrado a maternal no pudo hacerlo y experimento limitaciones de lenguaje. Él solo hablaba escasas cinco palabras y todo lo pedía con señas. Sus padres preocupados decidieron llevaron al médico, quien les dijo que podía deberse a que su hermanito mayor les decía lo que él quería.
Gracias a que finalmente se abrieron las clases presenciales, con ciertas medidas de seguridad, sus padres lo inscribieron y el pequeño comenzó a asistir a la escuela. No había pasado mucho tiempo, cuando el niño ya estaba hablando. Lo asombroso es que comenzaron a enseñarle palabras en inglés y las repetía muy bien. Hoy habla sin problemas, para satisfacción de sus padres. Así como él, sin duda hubo otros pequeños con retrasos cognitivos. Gracias a Dios por esos maestros que, con empeño y dedicación pueden ver coronados sus esfuerzos.
Pues bien, ahora que los alumnos ya están en clase es el momento de retomar sus estudios con empeño y dedicación. En especial, aquellos que asisten a escuelas superiores o universidades, quienes deben reflexionar en la importancia que tiene el prepararse para enfrentar los retos que la vida les irá poniendo. Ellos tienen la capacidad que Dios les da para lograrlo, pero, sobre todo, tienen juventud, misma que si no la aprovechan "Se irá para no volver".
Muchos de ellos cuentan con el apoyo incondicional de sus padres, quienes en muchas ocasiones tienen que hacer sacrificios con el deseo de verlos alcanzar sus metas. Verlos triunfar los llenará de satisfacción al ver que su esfuerzo valió la pena. No hay mejor premio para un padre que ver a su hijo lograr sus sueños y sus metas.
Dios permita que cada estudiante que ha iniciado, en cualquier ciclo escolar, se fije metas y objetivos que pueda alcanzar. Dijo el sabio Salomón: "Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas". Está procede de Dios y sólo con inteligencia se recrea.