Quizá el mayor daño que ha hecho el Neoliberalismo cómo sistema económico y político a nuestro país, es dividir a la sociedad en dos grandes masas de gente, el empresario parasitario del gobierno en turno y pariente, amigo o socio del político respectivo y el ciudadano común abandonado a su suerte.
Esta división no es especulativa ni supuesta, es real y afecta de manera superlativa a la sociedad, al grado que influye en rubros tan sensibles como el crecimiento económico, el emprendedurismo y hasta en la seguridad.
Por ello el Neoliberalismo es el padre de la diferencia social, la ostentación, el clasismo y de la falta de oportunidades en este país.
Pues al formar el mismo una elite político empresarial que es la que se reparte el presupuesto y los negocios, deja fuera al resto de la sociedad, engañándola con el aspiracionismo cosa que sirve de placebo a las masas.
Este sistema (neoliberal) debemos recordar solo ha funcionado en países de primer mundo, no en países en desarrollo esto está más que comprobado y desde, sobre todo la presidencia de Miguel de la Madrid se asentó en México, de la mano de medios de comunicación y comunicadores a modo, que sirven de voceros y para manipular al pueblo.
Sin duda el actual gobierno hoy por hoy en México está destrozando estás elites, pegándoles dónde más daño les hace (en el bolsillo), por lo que no es de extrañar la actual lucha por el poder que hay, incluso dentro de las instituciones, poderes y organismos empresariales.
Será el tiempo quien dé a cada cual la razón, sin embargo, pasar lo que pase México ya despertó.
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