Apropósito del 08 de marzo Día Internacional de la Mujer, hasta esta redacción han llegado diversas expresiones de lo que ocurre en Veracruz, donde se asegura –en muchas de ellas- que, el alardeado y difundido empoderamiento a las mujeres es solamente una simulación en aquella entidad, pues han sido las más maltratadas, expuestas y despedidas de manera abrupta de la administración que encabeza Cuitláhuac García Jiménez.
El caso más reciente es el de Xóchitl Arbesú Lago, renunciada al cargo de Secretaria de Turismo, quien más allá de su cuestionado desempeño, el Mandatario dejo entrever que su salida obedecía a circunstancias que tenían que ver con hacer cosas que parecían malas, en alusión a su reunión con la alcaldesa de Veracruz, Patricia Lobeira de Yunes.
Motivos de salud fue la versión oficial. Xóchitl Arbesú es la sexta mujer del gabinete de Cuitláhuac García Jiménez que dejó la administración estatal, antes que ella fue la ex secretaria de Medio Ambiente, María del Rocío Pérez; le antecedieron, la ex secretaria de Trabajo, Previsión Social y Productividad, Guadalupe Argüelles Lozano, luego otra ex Secretaria de Trabajo fue removida, Diana Aróstegui e incorporada a un cargo de menor rango; de igual manera la titular del DIF, Verónica Aguilera Tapia, posteriormente también de la titularidad del DIF, Rebeca Quintanar Barceló, aunque esta, se reincorporó, así como la primera ex Contralora General del Estado, Leslie Garibo Puga.
Más allá de la esfera del Poder Ejecutivo, se encuentra el caso de la ex magistrada y presidenta del Poder Judicial, Sofía Martínez Huerta, quien acusó directamente a funcionarios del gobierno de Veracruz, de su remoción y su persecución, recientemente murió y no hubo una sola esquela o pésame, ni del Gobernador Cuitláhuac García, ni de algún miembro de su gabinete, en una clara muestra de soberbia, desinterés y violencia, aún después de su muerte.
De las mujeres “empoderadas” en el gobierno de Cuitláhuac muchas de ellas han acusado, en la obscuridad, violencia y subordinación, es decir fueron colocadas en cargos de alto rango solo para obedecer órdenes y en Veracruz, insisten, más allá del Poder Ejecutivo, el tema se expande al poder Judicial y Legislativo.
Así mujeres como titular de ORFIS, de Fiscalía, de Poder Judicial y ni que decir de colaboradoras del Poder Ejecutivo, se afirma están limitadas a recibir órdenes y acatarlas sin objeción alguna. Muchas de ellas aseguran tener como verdugo al Secretario de Gobierno, el mismo que Sofía Martínez, ex magistrada del Poder Judicial de Veracruz denunció públicamente.
En 2020, la ex alcaldesa de Jamapa, Florisel Ríos Delfín, también denunció públicamente haber sido violentada verbalmente por el encargado de la política interna de Veracruz, quien se negó a ofrecerle ayuda tras amenazas recibidas. En noviembre de 2020 fue ejecutada y sus declaraciones ahí se quedaron, sin formar parte de una investigación por parte de la Fiscalía General del Estado a cargo de Verónica, propuesta por el citado servidor público.
En el caso de las mujeres que han salido del gabinete, en su mayoría los cargos han sido ocupados por hombres, es decir, mujeres desplazadas por ellos, es el caso de Xóchitl, quien, tras su salida del gabinete, tomó el mando quien fungía como su segundo en abordo Iván Martínez Olvera y quien por cierto resulto ser hermano de la jefa de la Oficina del Programa de Gobierno, Waltraud Martínez Olvera. Al hecho se leen en redes sendos encabezados que refieren ¡todo queda en familia!
Del nuevo subsecretario de Turismo, Héctor Aguilera Lira –militante panista- aseguran quienes nos platican, de lo que ocurre en aquella entidad, también habrá mucho de qué hablar. Éste nuevo colaborador no solo era asistente de una diputada panista en la pasada legislatura, sino que venía fungiendo como colaborador directo del Secretario de Gobierno, encargado de la promoción de los valores cívicos de la entidad. Es decir, una mujer se va y el dos de palacio logra empoderar ahí, a otro colaborador.