Mientras las 18 factorías en las municipalidades veracruzanas sigan moliendo caña de azúcar, en periodo de zafra 2023/2024 esas regiones siguen generando economía para miles de familias a través de la industria del endulzante entre los meses de noviembre y diciembre y hasta, abril y mayo, no sea, alrededor de seis meses cada anualidad.
La política pública poco benéfica del Gobierno de la República a través de la Sagarpa, Económia, Semarnat y Shcp así como del Gobierno de Veracruz, sobre todo de la Sedarpa y Desarrollo Económico, para la gran familia cañera y el universo azucarero, en la recta final de la presente zafra se sospecha que resulte en una disminución en la producción, y ojalá esa baja sea mínima, a como se ve por ahora.
En términos de las calidades de azúcar, se ha registrado un incremento en la producción de azúcar refinada y estándar en comparación con la zafra 22/23. Específicamente, y en la azúcar refinada fue de 2,891 toneladas y la de estándar en 30,835 toneladas, mostrando un crecimiento notable respecto al año anterior - un 12% - pero también se debe cuidar que la cantidad de azúcar producida no disminuya e incluso, tratar de aumentarla, y esto depende de la sequia, lluvias, tierras y sobre todo, del factor apoyo con las políticas públicas en favor de los cañeros, azucareros y también, de los industriales.
Aunque por ahora estos datos son preliminares, proporcionan una perspectiva esencial sobre el estado y el potencial de la industria azucarera. Los retrasos en las fechas de inicio y también las discrepancias en todas las estimaciones de producción, y que representan desafíos significativos, pues incluso si las zafras terminan antes de los seis meses, habría menor producción y con ello, otros desajustes. No obstante, el aumento en ciertas calidades de azúcar indica una capacidad de adaptación y potencial del crecimiento en el sector en Veracruz.
Además de las políticas públicas poco benéficas para la industria cañera y azucarera en conjunto, en México - no solo en los 18 ingenios Veracruzanos - viene creciendo en problemas del orden normativo en el orden de la contaminación en el agua, producto de su elevado consumo energético, descarga de agua con alta temperatura y gran contenido de materia orgánica (bagazo, cachaza y vinazas); elementos dañinos para el agua, la vida humana y animal.
Y ahora también el sector de la caña de azúcar - como si algo faltará - hay un factor igual de grave; la inseguridad pública.
En tiempos de corte de caña y molienda para producir azúcar, en las zonas de producción se ha venido incrementando en recientes años, hechos que hacen ver lamentables sucesos, temas que la ciudadanía comenta, percibe y siente en el ambiente del endulzante.
Somos una entidad (INEGI) con 8.1 millones de habitantes, y en donde existen 18 ingenios azucareros en producción - llegamos a tener 22 - de los 50 que hay en el país – el 36% de ellos- que permiten a 1 millón 600 mil veracruzanos (el 19% de la población). Esto se traduce en que las tierras cañeras y los ingenios sean parte de la espina dorsal en la economía de todo Veracruz y para México.
Es contradictorio lo que ocurre; lo positivo que trae el esfuerzo de las personas y la movilidad económica viene acompañado de la sombra de quienes quieren llevarse esa riqueza sin tener que trabajar por ello. No sólo es injusto también es contrario al desarrollo económico y social, pues restan a la paz como a la tranquilidad de la población.
El cuidado de la caña de azúcar y su industrialización es urgente que desde Veracruz se siembre con el mayor cuidado posible con políticas públicas integrales - en apoyo al campesino y el cañero, obreros en las fábricas y a empresarios de la graminea - o se irá abandonando y secando el campo, y apagando chimeneas humeantes por la producción de azúcar.
¡ES CUANTO!