La protesta de este lunes en la que confrontaron al exgobernador, y a la vez senador suplente del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares, fue la primera públicamente en persona de la que fue objeto en la conurbación, pero seguramente no será la única por parte de los enardecidos trabajadores del Poder Judicial.
Los inconformes se le presentaron en un restaurante argentino del fraccionamiento Reforma donde con una manta, matracas y gritos se plantaron afuera del mismo. Prácticamente lo obligaron a salir y dejar el lugar, aun cuando apenas llevaba una hora departiendo los alimentos en la mesa con el empresario radiofónico, Mario Malpica y su esposa.
Antes, alrededor de las 7:00 de la mañana, Yunes Linares caminaba junto con su pareja en el bulevar Manuel Ávila Camacho, a unos metros del hotel Lois. Se ejercitaba por una hora para regresar a su vehículo seguido discretamente por su equipo de seguridad.
No imaginó lo que ocurriría al ir a desayunar a dicho restaurante, que por la mañana estaba casi lleno, luego de varias semanas de no asistir, no al menos desde que ocurrió el espectáculo en el Senado donde emitió su posicionamiento a favor de la reforma judicial y luego su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, votó a favor de la misma, desde entonces no era visto asistir públicamente a un lugar.
Alrededor de las 10:00 de la mañana, arribó al restaurante junto con su pareja, en donde ya lo esperaba Mario Malpica, pero en menos de una hora, los manifestantes estaban en la esquina de Colón y Heriberto Jara haciendo su carnavalito.
De inmediato comenzaron los gritos y rechiflas, y Yunes Linares a los tres minutos preparó su salida. Primero abandonó la mesa, y afuera, intentó enfrentar a los protestantes, quienes con mayor fuerza lanzaron las consignas de "traidor" y "vendido" contra el expriista, y ahora también, expanista.
Atrás, su pareja, lo alcanzó, para de inmediato esperar a que su comitiva llegara con su auto: una lujosa camioneta Suburban, recién salida de agencia, todavía con el permiso provisional pegado en el parabrisas, y presumiblemente blindada.
La unidad era conducida por el chofer mientras ellos eran escoltados por un "guarura", seguramente, otros más dentro de la ostentosa unidad marca Chevrolet, que según el precio base de la misma estriba en un millón 882 mil 900 pesos y la versión más avanzada en dos millones 105 mil 400 pesos.
Adentro, los parroquianos no dejaban de disfrutar el espectáculo. Algunos comentaban que eso tenía que pasar. "Pagan por sus actos" y "Que sufran las consecuencias" eran, entre otras frases, lo que algunos no se atrevían a decir abiertamente, pero sí cuando ya el político había abandonado el lugar. Otros más pasaban desapercibido el acto.
ALVARADO, LA PERLA EN DISPUTA. Para nadie es un secreto que el municipio de Alvarado se ha convertido, de un tiempo a la fecha, en objeto del deseo para diversos actores políticos.
Y es que la reserva territorial en esta zona metropolitana ya no está en Boca del Río sino en el municipio alvaradeño.
Justo en ese contexto es que cada vez que hay proceso electoral en puerta aparecen diversos aspirantes a la alcaldía, pero ya no solo de la cabecera municipal sino también de la zona Norte.
Sobre todo hoy llama la atención qué de cara al 2025 hay más "tiradores" de la llamada Riviera Veracruzana donde se encuentran los predios con mayor plusvalía no solo de la región sino de la entidad.
Y varios de ellos empezaron a mostrar sus pretensiones en octubre cuando se celebran las fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario.
Por ejemplo, el pasado sábado que se celebró el Encierro de Burros circularon fotos del excandidato a la gubernatura por MC, Polo Deschamps, bailando con la alcaldesa Lizzette Álvarez Vera.
Es evidente que, aunque no es nativo de Alvarado ahora busca la presidencia municipal y otra lectura es que se apresta a dejar el color naranja como antes dejó el azul.
Otro vecino de la Riviera que aspira es Edgar Guzmán Fernández, originario de Tlacotalpan y quien este domingo participó en una cabalgata como "nuevo" alvaradeño.
Uno más que se quiere meter y que también tiene domicilio en el territorio "fifí" es Guillermo Herrera Maldonado, hijo de Memo Herrera Mendoza un Notario Público, expriista y exfundador de Convergencia por la Democracia, hoy MC.
Ese trío anda caminando en la zona neurálgica de Alvarado en donde la gente suele ser muy consumidora de lo hecho en casa, por lo que de entrada, y sin arraigo, llevan las de perder.