Los aumentos casi consecutivos en el salario mínimo en los recientes cinco años no han venido a contribuir al mejoramiento en ingresos en hogares que favorezcan la solución de las necesidades, ni a la reducción de la pobreza.
A pesar de la medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) al decir que 5.1 millones de personas salieron de la pobreza entre 2018 a 2022, esto obedece al incremento - récord - en las remesas y no en el aumento al salario mínimo en México, ni la mejoría en programas sociales - sin que los existentes sean malos, pero si mejorables - y lo que equivale a tener que reconocer la salida y expulsión,- voluntaria o no,- de paisanos para buscar un mejor ingreso familiar en el vecino país del Norte o sea, fuera de nuestro País, para ayudar al hogar en la distancia.
En realidad los termómetros más serios que han venido midiendo pobreza y salarios mínimos, nos hablan de casi un 40 % de la población en condiciones de pobreza sin descontar que el poder adquisitivo lleva a deudas por la falta de liquidez y solvencia en la población.
Además, no dejemos de considerar que en la actualidad el comercio informal es doblemente superior al formal. Aquel lleva a la subsistencia y el segundo, es el único que contribuye a ingresar y contribuir en materia de impuestos que se traduzcan en bienes y servicios públicos en su conjunto, y estos no han venido cumpliendo la exigencia de la comunidad.
El bajo gasto en regalos y obsequios durante la recta final del 2023 que reporta el comercio a través de los organismos que les agrupa - en el caso formal - implica suponer que el próximo día de los Reyes Magos igualmente derramará pocas ventas, pero además el aumento en combustible y otros insumos, superan el incremento del 20 % al salario mínimo autorizado, lo que el aumento en realidad, quizá, ayude tan solo a disminuir la cuesta de enero, y es de reconocerse que no es despreciable.
El poder adquisitivo mayoritariamente para la población,-entre ingresos y precios al consumo,- siguen con una brecha importante, sin embargo, la actual recuperación del poder adquisitivo "sigue sin resolverse, y sólo llegan paliativos temporales".
Y es que la inflación, en economía, se traduce en el aumento generalizado y sostenido en precios de bienes y servicios que en síntesis llevan a que cada vez alcance para menos al tratar y querer adquirir los bienes de consumo, dicho de otra forma, por más aumentos que exista a los salarios mínimos, no se iguala y menos supera, la carrera en hogares y familias para equilibrar ingresos y egresos, o sea, 2024 pinta para un ejercicio que lleva a continuar transitando por los pasivos y las deudas.
El aumento a los salarios mínimos siempre van directo a impactar en los costos laborales, y eso lleva a que personas físicas y morales, absorban esos costos aumentando precios a productos que ofertan, y están encima del incremento a los ingresos por salarios.
El Inegi través de la (ENFIH) Encuesta Nacional Sobre Finanzas de los Hogares, ha puntualizado que en su mayoría las familias viven más de los pasivos y el crédito que de activos e ingresos.
Los preparativos para las compras por el Día de Reyes Magos - juguetes, regalos y roscas- llevan a prever ventas en más de un 15% en relación al pasado año, pero también se calcula que en su mayoría será con crédito a decir de organismos de comercio y empresariales, y la población adquirente dejará el efectivo para compras en el terreno informal.
El comercio informal suele crecer en diciembre y enero muy por encima del comercio formal, lo que una menor captación tributaria, que hace arrancar más lentamente a instituciones y sobre todo, a la población.
Los ayuntamientos en el estado inician el año subsistiendo por ingresos propios como es la captación por Impuesto Predial, mientras están a la espera que la SEFIPLAN abone en sus cuentas las participaciones que están en el camino desde la recta final del pasado año, y que se refleja en los saldos municipales a decir de los alcaldes y tesoreros.
¡ES CUANTO!