¿Alguien ha visto alguna fotografía del presidente López Obrador con Omar García Harfuch, el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México? La pregunta se hace porque presuntamente el jefe policiaco de Claudia Sheinbaum está vetado en Palacio Nacional pese a que las encuestas lo posicionan muy arriba de todos los aspirantes de Morena a la jefatura de Gobierno de la capital del país, cargo de elección popular al que ya se autodescartó.
En 2021, tras la renuncia de Alfonso Durazo a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para contender por la gubernatura de Sonora, García Harfuch –hijo de la actriz María Sorté y de Javier García Paniagua, exdirigente nacional del PRI– fue mencionado para ocupar la SSPC, pero el presidente se sacó de la manga a Rosa Icela Rodríguez, exsecretaria de Gobierno de Sheinbaum.
Precisamente en esa ocasión trascendió el supuesto motivo por el que López Obrador ha marcado distancia con el nieto del general Marcelino García Barragán, extitular de la Sedena, pues al jefe policiaco capitalino lo vinculan con Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública del expresidente Felipe Calderón, preso en Estados Unidos por sus vínculos con el cártel de Sinaloa.
García Harfuch, quien en junio de 2020 sobrevivió a un atentado de 20 sicarios del CJNG que usaron fusiles de asalto Barret, lanzagranadas y bombas de fragmentación en una celada tendida en Las Lomas de Chapultepec de la CDMX, negó haber tenido relación directa con García Luna pero omitió decir que fue el protegido de Luis Cárdenas Palomino, el brazo derecho del jefe policiaco de Calderón, el antecesor más repudiado por López Obrador desde el supuesto fraude electoral de 2006.
Gracias a la recomendación de Rosy Orozco, entonces diputada federal del PAN –amiga de su madre y del expresidente Calderón y su esposa Margarita Zavala–, el jefe policiaco de Sheinbaum ingresó a la Policía Federal sin aprobar los exámenes de control de confianza, convirtiéndose del 2008 al 2012 en uno de los colaboradores más cercanos de Cárdenas Palomino, quien en tiempo récord lo promovió a diversos cargos.
El caso de García Harfuch viene a cuento porque este lunes, en Puebla, a menos de una semana de haber asumido el cargo, renunció Ardelio Vargas Fosado a la Subsecretaría de Desarrollo Político después de que el presidente López Obrador diera a conocer en su conferencia mañanera que el funcionario poblano estaba vinculado al exsecretario calderonista García Luna, preso en Estados Unidos por proteger al cártel del “Chapo” Guzmán.
Pero ayer, en Tamaulipas, salió ileso de un atentado el secretario de Gobierno, Héctor Villegas González, exalcalde de Río Bravo vinculado a Sergio Carmona, empresario de Reynosa ligado al huachicol y al financiamiento ilegal de campañas de Morena en esa entidad colindante con Veracruz, quien fue ejecutado en noviembre de 2021 en Nuevo León.
Por dicho padrinazgo, presuntamente el gobernador morenista Américo Villarreal designó a Villarreal en esa secretaría de despacho y no al exalcalde de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas, operador de su campaña electoral.
¿Lo renunciará Villarreal o también esperará la línea presidencial?