Xalapa | 2025-03-15
Las redes sociales son un elemento prácticamente omnipresente del mundo actual, cada vez más digitalizado y conectado. Son el canal de comunicación casi por excelencia y herramienta infalible de ocio; algunos, incluso, han encontrado formas de generar ingresos a través de ellas.
Pocas son las personas, al menos a partir de la adolescencia, que no tengan presencia en al menos una red social. Sin embargo, sorprendentemente, también hay cada vez más personas que optan por alejarse de ellas.
La preocupación por su impacto en la salud mental ha llevado a numerosos estudios a analizar tanto los efectos negativos de su uso excesivo. Psicólogos advierten que la exposición constante al contenido de otros fomenta la comparación social, aumenta la ansiedad y, en algunos casos, contribuye a la depresión.
De igual forma, investigaciones demuestran que la única forma de combatir los síntomas mencionados anteriormente es limitando su uso, y puntualizan los siguientes beneficios de reducir, o incluso eliminar la presencia de las redes sociales en la vida diaria.
Uno de los beneficios más evidentes de desconectarse es la mejora en la calidad del sueño. La luz de los dispositivos y la estimulación constante interfieren con los ritmos circadianos, dificultando el descanso. Al reducir la exposición a pantallas, muchas personas experimentan un sueño más reparador y una mejor capacidad de concentración durante el día.
Desde la neuropsicología se explica que el cerebro necesita momentos de descanso para procesar información y recuperarse del agotamiento mental. Pasar menos tiempo en redes sociales favorece este proceso, permitiendo mayor claridad y reduciendo el cansancio cognitivo.
Si bien las redes sociales permiten mantener contacto con muchas personas, las interacciones digitales suelen ser superficiales y pueden reemplazar la comunicación real. Desconectarse fomenta relaciones cara a cara más profundas, lo que ayuda a reducir la sensación de soledad y fortalece lazos emocionales significativos.
Otro efecto positivo es la disminución de la autoexigencia y la presión social. Con esto nos referimos a versiones idealizadas o romantizadas de la vida que muchas veces se difunden en redes, lo que puede distorsionar la percepción personal.
Recuerda que todas las experiencias de vida son distintas para cada persona, pero muchas personas prefieren alejarse de estas influencias para desarrollan una mayor autoestima y una relación más sana con su propia imagen.
Para algunos, la solución es eliminar por completo las redes sociales. Otros expertos recomiendan un uso moderado y consciente. Establecer límites de tiempo, desactivar notificaciones o hacer pausas digitales pueden ser estrategias efectivas para equilibrar la tecnología con el bienestar psicológico.