Xalapa | 2025-03-13
Llegó el momento de que seas sincera o sincero con nosotros: ¿con qué frecuencia te bañas? Quizá seas un fanático de la limpieza que no pueda iniciar su día sin un buen baño, o quizá la lleves un poco más tranquila con el tema. Aunque no juzgamos, sí podemos aconsejarte al respecto.
Sin embargo, hay muchas personas que deciden evitar esta rutina, y las razones pueden ir desde factores de desarrollo hasta problemas de salud mental. ¿Lo sabías?
En los niños, la negativa a bañarse suele estar ligada a su desarrollo. Según el psicólogo Borja Quicios, muchos atraviesan la "edad del no", una etapa en la que desafían normas para afirmar su autonomía.
Además, experiencias negativas, como heridas por resbalones o irritaciones con el jabón, pueden generar rechazo. En algunos casos, incluso, los niños desarrollan miedos irracionales, como creer que pueden ser absorbidos por el desagüe.
En la adolescencia, evitar el baño puede deberse a la pereza o a la falta de prioridad en la higiene. No obstante, cuando esta conducta se prolonga, podría ser una señal de problemas más profundos, como la depresión.
La psiquiatra Lindsay Standeven, de Johns Hopkins Medicine, explica que las personas con depresión pueden experimentar fatiga extrema, lo que dificulta incluso actividades básicas como ducharse. La psicoterapeuta Christine Judd añade que, aunque el deseo de bañarse exista, la falta de energía se vuelve una barrera insuperable.
Por otro lado, el estrés y la sobrecarga de responsabilidades pueden hacer que algunas personas perciban el baño como una tarea innecesaria. Si no sienten su cuerpo sucio o con mal olor, pueden postergarlo sin mayor preocupación.
En casos más extremos, la resistencia al baño puede estar relacionada con la ablutofobia, un temor irracional a la higiene personal. Esta fobia suele aparecer en la infancia y con el tiempo puede afectar la vida social, laboral y la salud de quien la padece. Entre sus causas se encuentran experiencias traumáticas o influencias familiares.
Si la negativa a bañarse interfiere con la calidad de vida, es recomendable buscar ayuda profesional para abordar el problema desde su raíz.