Nuevas plagas y enfermedades han comenzado a azotar los campos veracruzanos, las cuales, combinadas con una mutación de la roya, ponen en peligro los cultivos de café en la entidad.
La roya nuevamente se ha convertido en una amenaza para el campo; el brote -ahora mutado- de este hongo se ha extendido prácticamente en todo el estado de Veracruz.
Sin embargo también han comenzado a surgir nuevas enfermedades y plagas que, poco a poco, han arrasado con los cultivos del aromático, situación que ya preocupa a los productores de café.
“Tenemos que ir buscando alternativas para no vernos afectados por todo esto que hace años no se veía. Ahorita la roya está mutando, hay plagas que no había…”, señaló Senén Sampieri Bulbarela, productor de café, limón y aguacate, cuya parcela se encuentra ubicada en Tlaltetela.
La roya, dijo, empezó a afectar los cultivos hace seis años, en 2016, cuando el hongo arrasó con cientos de hectáreas y orilló a un gran número de productores a renovar todos sus cafetales.
Parte de los cafeticultores veracruzanos no pudieron recuperarse sino hasta el 2019; sin embargo, ahora la roya ha comenzado a mutar, lo que la hecho más difícil de erradicar.
De acuerdo con Sampieri Bulbarela, la peor plaga en el café son los nematodos y en enfermedades, la roya. Y ha sido precisamente esta última la que lo ha hecho perder, tan solo en este año, hasta el 15 por ciento de sus plantaciones.
Buscan café de calidad
Pese a este panorama, Senén Sampieri ha redoblado esfuerzos para lograr que su café se encuentre entre los mejores a nivel mundial, lo que le valió el tercer lugar en la categoría de Café Lavado del Quinto Concurso Nacional de Calidad de Taza, otorgado por la empresa Yara.
“Me están empezando a buscar a raíz de eso (el premio); es abrirse a otros mercados… mercados chicos, pero que aprecian el valor de nuestro producto”, afirmó.
Sampieri reconoció que este tipo de concursos son una especie de salvación para los productores veracruzanos, ante las crisis que han llegado a enfrentar; no obstante, hizo hincapié en la necesidad e importancia de que cada productor se capacite a través de cursos, para lograr que el café veracruzano esté al nivel que exigen los estándares internacionales.