Xalapa está llena de innumerables mitos y leyendas relacionadas con apariciones, historias de amor, animales, callejones, pasajes secretos y hasta riquezas ocultas.
El Cerro del Macuiltépetl es uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad y es uno de tantos puntos donde se dice que la magia y el misterio son reales.
Una leyenda cuenta que en este parque con abundante naturaleza existe una cueva, aunque no se trata de cualquier lugar: se trata de una cueva llena de dinero.
Xalapeños de mayor edad y hasta foráneos avecindados desde hace años en la capital cuentan la historia de una mujer humilde que un día caminaba cerca del Cerro, pensando con preocupación en su situación económica.
La mujer no tenía nada que darle de comer a su hija, por lo que se sentó bajo uno de los árboles que hacen del Macuiltépetl uno de los pulmones más importantes de la ciudad.
Grande fue su sorpresa cuando de pronto se percató de que frente a ella había una cueva, la cual al acercarse descubrió que se encontraba llena de dinero.
Sorprendida, la mujer decidió regresar a su casa para esperar a que anocheciera y regresar por las riquezas que halló dentro.
Oculto el sol, la mujer humilde regresó a la cueva del Cerro acompañada de su hija, a quien llevó para ayudarle a cargar la mayor cantidad de dinero que pudiera.
Primero tomó una parte, aunque al ver que su hija jugaba decidió dejarla ahí y emprender dos viajes. No contaba con que su plan se esfumaría junto con la misteriosa cueva y su hija dentro de ella.
La leyenda narra que la angustiada mujer buscó durante días y semanas enteras el acceso donde había dejado a su hija.
Es aquí donde la historia tomó un giro inesperado pues un día, en el cual los católicos y religiosos conmemoran a San Juan, la mujer volvió a encontrar la cueva y a su hija dentro, tal y como la dejó jugando la noche que la acompañó.
De inmediato, la mujer corrió para abrazar a su hija y sacarla, aunque volvió a tomar más dinero. Grande fue su sorpresa al percatarse de que su pequeña se desmoronó como arena en cuanto salió a la luz del sol.
La historia es muy antigua, nada se sabe de aquella niña y su madre desesperada y atrapada por la riqueza que encontró.
No obstante, a la fecha se dice que la cueva del Cerro del Macuiltépetl se abre una vez al año, tentando a los curiosos con una fortuna incalculable.
La regla, según, es no quedarse atrapado durante un año, pues aquel que lo haga ya no podrá salir nunca y podría terminar desmoronado como arena.