Integrantes de la asociación civil 'Regalemos un Paraizzo' reiteraron su rechazo a la 'mutilación constante' del arbolado de Xalapa, causada por la construcción de puentes en la avenida Lázaro Cárdenas y el llamado 'Nido del Halcón'.
Los activistas afirmaron que, en el caso de los pasos a desnivel a la altura de Las Trancas y la plaza Urban Center, alrededor de 50 árboles serán derribados, mismos que no podrán ser trasplantados debido a su antigüedad y condiciones.
"Es casi imposible que se puedan acostumbrar al trasplante. En Xalapa nunca se ha hecho y no se ha pensado. La primera acción siempre es tumbar, talar y quitar", afirmó Rafael Bravo.
El presidente de la asociación civil lamentó que las autoridades busquen resolver el daño ambiental con un plan de remediación, tal y como ocurre con la mayoría de las obras realizadas en la ciudad.
Mencionó que dichos proyectos tienen un manifiesto de impacto ambiental únicamente como requisito, por lo que las acciones de remediación por parte de las autoridades no son transparentes.
"Muchas veces las acciones de remediación no se ven, la ciudadanía no las ve. Muchos argumentan que donaron 200 o 300 árboles; sin embargo, no sabemos dónde están aplicados, en dónde se están ejecutando estas acciones de remediación".
En ese sentido, consideró que la reforestación a orillas de la ciudad no es una verdadera solución, por lo que dijo que han sostenido reuniones con el ayuntamiento para que haya acciones palpables.
Entre las más importantes destacó que, por cada área impactada las empresas constructoras realicen la donación de una hectárea de terreno, con el fin de que los espacios sean utilizados como parques urbanos o áreas naturales protegidas.
"En caso de que las constructoras no puedan donar estos terrenos que rehabiliten algún parque urbano de los ya existentes. Tenemos aproximadamente 400 áreas verdes, de las cuales 200 se encuentran en abandono".
A su vez, indicó que otra de las propuestas expuestas ante las autoridades municipales es la recuperación de lotes baldíos para la habilitación de áreas verdes, con jardines que atraigan a insectos polinizadores y huertos comunitarios que sirvan para fomentar la educación ambiental.