Letty Maldonado recibió en abril pasado una de las noticias que más temor y dolor le ha causado en su vida. Desde niña se generó en ella un meningioma, un tumor en el cerebro que no es canceroso, de lento crecimiento, pero que después de muchos años alcanzó los ocho centímetros en la parte occipital y que es necesario quitar.
A sus 38 años, con dos mellizas de cuatro años, Renata e Isabela, tiene cerca de 16 años de estar inmersa en la comunicación y convertirse en emprendedora desde hace siete u ocho.
Cuando le dijeron lo que pasaba se asustó como nunca, lloró, pero no pudo quebrarse en la presencia de sus hijitas y decidió siempre pensar en avanzar y no rendirse.
“Después, con mi familia nos fuimos a consulta con el neurocirujano, me explicó que era riesgoso porque era muy grande y yo seguía sin creerlo; cuando regresaba a casa sentía mucho temor y abracé a mi hermana y le dije que si me pasaba por favor se hiciera cargo de mis hijas, sentí muchísimo miedo”, recuerda.
El crecimiento del tumor ha llegado a oprimir sus nervios ópticos, le provoca dolor de cabeza, problemas con la vista y cambios de humor drásticos que al inicio le atribuía al estrés. El pasado 16 de abril tuvo una primera cirugía de cerca de 120 mil pesos, con la le quitaron parte del tumor, lo que le ha permitido disminuir el dolor y que fue posible gracias a la donación de cientos de personas que por amor y solidaridad se sumaron a la recaudación de fondos.
“En todo momento sin hablar de religiones, Dios estuvo conmigo, me sentí acompañada como si trajera una armadura (…) y sabía que no me iba a pasar nada, aunque sí tenía temor, por supuesto, pero aprendí a ser más agradecida, conocí el amor con las personas con las que yo no he sido amable que aun con una dolencia se salió a pedir dinero por mí, eso me llenó de amor”.
Sin embargo, requiere una segunda cirugía para lo que está buscando nuevamente reunir fondos, lo que con la pandemia se ha complicado aún más. Ahora está en espera de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cubra por lo menos la operación dado que de forma particular, requeriría de cerca de 500 mil pesos. Con el IMSS, necesitaría de alrededor de 150 mil pesos de los que lleva recaudados apenas el 10 por ciento.
Letty, que nunca se queda quieta porque el amor por su familia la hacen siempre seguir, intenta tomar esta segunda operación con más calma, pues está convencida de que por algo está aquí y que sus hijas son el gran motor, pero también ella misma. Ahora anhela estar en un concierto, una obra de teatro, viajar o ir a la playa y seguir disfrutando de la vida.
Actualmente vende artículos para el hogar de conocida marca, así como de uso personal como cremas para el cuerpo, hasta maquillaje o productos para mujeres y niñas.
La pandemia fue un golpe fuerte en su vida laboral porque hubo ajustes y empezó a trabajar desde casa, lo que la obliga a estar disponible a todas horas, todos los días; a esto se sumó el ajuste salarial que le provocó un recorte en su sueldo del 50 por ciento desde el inicio de la crisis sanitaria, hasta hoy.
“Al principio fue muy duro, pero después me acostumbré; también yo aprendí a vivir de otra manera, teniendo hábitos un poco más saludables; me ayudó porque yo era muy dada a comer en la calle con mi esposo y que comprábamos comida en la calle y lo que fuera, pero con el ajuste salarial, empezamos a consumir más cosas que nosotros pudiéramos preparar y eso me ha ayudado con la salud”.
Sin embargo, no fue así con las ventas, la página donde promovía sus productos decayó y las ventas se vinieron abajo. Hace poco, le cambió el nombre y tuvo una pequeña reingeniería de imagen por lo que está tratando de hacer cosas diferentes y volver a tener el auge que algún día logró.
“Ahí sí ha sido bien difícil, de vender una marca la tuve que dejar y buscar con otra y me sigue costando trabajo, pero yo sé que esto es de constancia”, abundó.
Quien desee ayudar a Letty Maldonado puede contactarla a través de la página de Facebook “Letty Maldonado R.” donde además ha aprovechado para informar sobre lo que es un meningioma, “Letty Maldonado” y al whatsapp 228 243 0849.
“Me gustaría pedirle a la gente que crean en lo que crean, si tiene un chancecito me incluyan, no todo es dinero; también las buenas vibras, yo no soy católica, pero quien me dice que prendió un cirio yo lo agradezco porque es luz. Gracias por ponerle luz a mi camino, por darme una oportunidad de vivir, no solo a mi familia, mis tías que son mis segundas mamás, a mi mamá, a mi papá, gracias a todos y a la gente que no tiene idea de quién soy, lo único que puedo decir es que aprendan a conectar con su cuerpo y le hagamos caso cuando nos habla. En casos como el mío tengo el chance de que hay aún algo que hacer cuando hay muchos casos en los que no”, dijo fortalecida.