La cuesta de enero sí golpea a muchos sectores, en particular a los más desprotegidos y de ellos, al desempleado, al que percibe salario mínimo y al adulto mayor, aunque para éste los programas sociales han sido un respiro, aseguró Jeremías Zúñiga Mezano, presidente de Comunidades Seguras en el estado.
Explicó que la cuesta de enero, que ya es de febrero, persiste pues no se recuperan empleos y sigue la inflación, a la que consideró el impuesto oculto más fuerte para las familias, que afecta el poder adquisitivo.
"Los básicos han incrementado sus precios, incluso hay un fenómeno que se observa en las tiendas, en el súper: hay un reetiquetado permanente. Esto genera un impacto, hay carestía.
"Quizá no hemos visto tantas quejas en las redes sociales, pero las personas se quejan por la dificultad para enfrentar lo básico, que es la alimentación y la salud", señaló Zúñiga Mezano.
Destacó que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hoy sólo pueden gastar su dinero en alimentos y salud porque no alcanza para lo superfluo.
El presidente de Comunidades Seguras resaltó que en estos tiempos de escasa liquidez los programas sociales han tenido un impacto positivo sobre todo entre los sectores más vulnerables.
"Los programas sociales sí están ayudando sobre todo a quienes no tienen un ingreso porque juntan la pensión del adulto mayor y si alguien tiene algún otro beneficio, lo aprovechan.
"La preocupación principal de las familias es el tema del ingreso para pagar lo básico, y lo básico es la alimentación. Es fuerte la inflación y el incremento de precios: en cualquier centro comercial se puede observar el incremento de precios hasta en temas como los frijoles", remarcó Zúñiga