El Puerto de Veracruz enfrenta desafíos logísticos que afectan significativamente el tiempo y los costos de importación y exportación de mercancías.
Gilberto Ríos Ruiz, presidente de la Asociación de Terminales del Puerto de Veracruz, destacó dos problemas críticos: los largos tiempos de despacho aduanero y la escasez de muelles disponibles para atracar las embarcaciones.
El tiempo de permanencia de los buques en el fondeadero varía según el tipo de carga. En el caso de autos, graneles y contenedores, los tiempos de espera pueden extenderse durante horas e incluso días.
Esta demora representa un costo considerable para las embarcaciones, que pagan alrededor de 25 mil dólares diarios mientras esperan para atracar, dependiendo de su tamaño y tipo.
El aumento en el volumen de carga ha generado ciertas dificultades para descargar rápidamente algunas mercancías debido a la capacidad limitada del destino. Los retrasos en la descarga de autos, graneles y contenedores pueden resultar en costos adicionales de hasta 150 mil dólares por barco, lo que afecta los fletes y la logística en general.
Otro problema señalado es la eficiencia de los equipos de revisión no intrusiva, como los arcos de Rayos Gamma y Rayos X utilizados para inspeccionar los contenedores y camiones sin necesidad de abrirlos.
La disponibilidad limitada de estos equipos ha provocado filas que ralentizan el proceso de importación y exportación, lo que afecta aún más los costos y la competitividad.
Aunque el movimiento portuario ha experimentado un incremento, lo cual es positivo para la economía, los problemas logísticos persisten. Ríos Ruiz mencionó que, aunque ha habido mejoras desde el paro de transportistas, aún persisten los desafíos en la agilidad del despacho de mercancías.
Algunos camiones, debido a los tiempos de espera y las filas, pueden tardar hasta seis horas en completar la ruta fiscal, lo que representa un impacto negativo en los costos y la eficiencia del comercio.