Con el inicio del año muchas personas hacen el propósito de perder peso, pero al paso del tiempo se desaniman porque no ven resultados y más del 70 por ciento abandonan su lucha, coinciden médicos que continuamente se enfrentan a ese panorama.
El problema es que se someten a dietas sin fundamento, sin supervisión profesional, muy estrictas y muy caras, y al no poder continuar las dejan, lo que les genera frustración, explicó Hernán Fraga, médico cirujano con especialidad en cirugía laparoscópica, bariátrica y metabólica.
La consecuencia es la prevalencia de personas que en el futuro tendrán problemas por sobrepeso y obesidad, principalmente diabetes, hipertensión y males asociados a esa realidad.
Muchas personas se niegan a llevar una alimentación sana y prefieren seguir con comida rica en grasas, harinas, azúcares, y tampoco se disciplinan a hacer ejercicios para complementar el cuadro: quieren productos mágicos que los hagan adelgazar sin mover un músculo y sin dejar de consumir lo que no es bueno para su salud.
Entonces caen en manos de charlatanes que les ofrecen productos milagrosos. Los compran pero no cambian su rutina yal paso del tiempo caen en frustración al ver que perdieron tiempo y dinero.
Se estima que esa situación la vive el 70 por ciento de las personas en algún momento de su vida, y son muy pocos quienes se disciplinan y ven el resultado no en el corto plazo, sino a mediano y largo término.
El problema empeora en diciembre, cuando al calor de la Navidad se suele comer y beber todo lo que está al alcance de la mano, o de la boca. Y al cerrar el año la báscula muestra la cruda realidad del peso adicional ganado en ese mes.
Algunas personas inician el año con su propio desafío de “ahora sí” hacer algo por su salud, pero el gusto no dura mucho tiempo, señaló el médico cirujano con especialidad en cirugía laparoscópica, bariátrica y metabólica.
Dejó en claro que el verdadero problema va más allá de la apariencia física: se traduce en inminentes riesgos para la salud, derivados del sobrepeso.
“El problema viene cuando en ese afán por bajar de peso a toda costa, generalmente suelen emplear métodos ‘mágicos’: dietas altamente restrictivas o extralimitarse en el gimnasio, entre otras estrategias fallidas que dan como resultado el fracaso en el propósito de reducir los kilos de más”, indicó Fraga.
El integrante del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas mencionó que existen opciones como el cambiar de hábitos para siempre e incorporar estilos de vida sanos.
Pero muy pocas personas son suficientemente disciplinadas para ello, no están dispuestas a renunciar a las grasas, las bebidas azucaradas embotelladas, los tortillas, panes y demás productos.
Para ellas la alternativa es el Balón Gástrico Ingerible Allurion, con el cual se puede lograr una reducción de 10 a 15 por ciento del peso total en las primeras 16 semanas siguientes a su aplicación, aprobado por la Comisión Federal para la Prevención contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que no requiere cirugía, endoscopía ni anestesia.
Sí se requiere un seguimiento médico y nutricional.
Sin embargo se debe mantener un estilo de vida sano aun con ese balón gástrico y no pensar que ior sí solo hará lo que cada persona no haga por sí misma, destacó el médico.