Sin importar la ruta que circula en la zona conurbada, choferes del transporte público de Veracruz pasan entre 14 y 16 horas arriba del camión. A estas extenuantes jornadas de trabajo que implica no poder comer a sus horas, y para la mayoría comer lo que caiga, se suman las pocas horas de sueño, y el estrés que genera la dinámica del trabajo.
En un sondeo realizado por IMAGEN DE VERACRUZ con choferes de rutas cuyas bases se encuentran en la zona norte de la ciudad, la mayoría reconoció no llevar una alimentación adecuada, comer lo que caiga, donde el consumo de refresco predomina sobre el agua natural, además de otros alimentos chatarra ricos en azúcares como paletas saborizadas de hielo.
Pese a este tipo de alimentación, falta de ejercicio y pocas horas de dormir, los conductores entrevistados, que van desde de 1 a 35 años en el oficio, afirman no tener padecimientos crónicos como diabetes o hipertensión.
“No hay horario de comida ni de desayuno, la única ruta que yo conozco que no hay dónde comer es en la de Norte-Sur, y ¿cómo le hacen?, no sabría decirte, pero todos tenemos, ahí en aquella terminal tienen su lugar dónde comer, su fondita y aquí nosotros tenemos negocitos, yo la casa está aquí a la vuelta, mi esposa me trae mi desayuno y comida, ¿A qué horas?, cuando podamos, yo vengo comiendo como a las 5 de la tarde y desayuné a las 8 de la mañana”, dijo Juan G. H. quien lleva 35 años trabajando como chofer.
Su jornada de trabajo inicia desde temprano, pues en todas las rutas los choferes deben reportarse máximo a las 06:00 de la mañana, quien llega primero es el primero en salir y así va la lista, aunque lo más temprano que sale de trabajar un chofer es a las 08:00 de la noche.
“Nos tenemos que reportar en la terminal antes de las 06:00 de la mañana y terminamos, llegamos a la casa como 11:00 o 12:00 de la noche. Todo el día, el que llega a las 06:00 le toca salir hasta las 08:00 de la noche, pero si no llegas a las 06:00 te castigan y te multan, ese es un detalle aparte, cada terminal tiene su movimiento; pero todos en la terminal tenemos que llegar a las 6 de la mañana. El que llegó más temprano lógicamente va a salir a las 08:00 o 09:00 de la noche”, compartió.
Cada chofer pasa en promedio 14 o 16 horas diarias arriba del carro. Juan mencionó que al finalizar cada vuelta llegan a la base y dependiendo del número de unidades por salir, descansa de 15 a 30 minutos. Tiempo que aprovechan para estirar los pies, ir al baño, comer e hidratarse.
El jefe de Nutrición del Hospital Regional de Alta Especialidad de Veracruz, Roberto Muñoz Joachín, explicó que el cuerpo humano puede estar máximo ocho horas sin comer, sin embargo, esto generará que el organismo absorba nutrientes almacenados que procesará como glucosa para obtener la energía y realizar las actividades.
“Uno de los alimentos más importantes es el desayuno porque es con el que vamos a tener nosotros la energía suficiente para poder hacer las actividades diarias. Muchas veces cuando se omite, cuando no se desayuna, el cuerpo sí lo hace pero utiliza la energía que tiene almacenada en el hígado, cuando comemos por ejemplo carbohidratos, eso se almacena en el hígado y en los músculos.
“Entonces si una persona no desayuna, utiliza los glucógenos para convertir en glucosa y eso nos da energía sin embargo, eso ocasiona que cuando un paciente tenga alimentos disponibles para poder comer, todo lo va metabolizando, pero se van formando como energéticos y el cuerpo, la célula lo va a guardar en forma de tejidos grasos, entonces muchas personas empiezan a aumentar de peso, precisamente en el tejido adiposo debido a la falta de alimentos”, explicó el nutriólogo.
Pero no solo se trata de no omitir las tres comidas, desayuno, almuerzo y cena, también es indispensable el tipo de alimentos que se consumen, subrayó el especialista.
“Cuando nosotros hablamos del plato del buen comer, pues nos referimos que un desayuno debe cumplir los estándares en una buena alimentación: verduras, frutas, carbohidratos completos, por ejemplo, la tortilla, el arroz, una rebanada de pan integral y también consumir proteínas puede ser basada en huevos, basada en leche o derivados para que esto nos dé la energía suficiente, las vitaminas y minerales, y los nutrientes que el cuerpo necesita para poder trabajar”.
La hidratación es otro punto importante, subrayó el especialista, al referir que con las altas temperaturas que se registran en la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, una persona con jornadas laborales de más de ocho horas y expuesta a este clima puede fácilmente deshidratarse, por lo que señaló es importante consumir agua simple para prevenir enfermedades en los riñones.
“Ahorita que hace mucho calor, que están elevadas las temperaturas, una persona en jornadas laborales de más de ocho horas es muy fácil llegar a una deshidratación por la falta de consumo, el no consumir agua también afecta los riñones, se puede aumentar la presión arterial”.
Estudios realizados en México por la Secretaría de Salud estiman una prevalencia de enfermedad renal de 12.2 por ciento y una tasa de 51 defunciones por cada 100 mil habitantes.
En la mayoría de los casos se puede prevenir al ser consecuencia de hipertensión y diabetes mal controladas, así como de obesidad u otros padecimientos crónicos, lo anterior lo informó el secretario de Salud federal, Jorge Alcocer Varela en marzo del 2022 al conmemorar el Día Mundial del Riñón.
De acuerdo con información del Centro Nacional de Trasplantes en México los órganos más requeridos con fines de trasplante son: en primer lugar, riñón, en segundo cornea y en tercero hígado.
La mayoría de los choferes entrevistados reconoció ingerir alimentos ricos en grasas, como Emanuel de 33 años, quien tiene un año manejando una unidad del transporte público.
“No hay un horario para comer y comes lo que hay, comida de la calle, tacos, tortas”, dijo al agregar que ingiere refrescos, agua y todo lo que hidrate.
Afirmó que el trabajo es exigente, pero reconoció que también depende de la persona, como en su caso que no aprovecha los minutos que tiene en la base para darse tiempo de comer saludable y bien.
“MCCS”, la única mujer conductora en esta base, ubicada en el fraccionamiento Lomas de Río Medio 4, reconoce no llevar una buena alimentación, algo que constantemente su familia le señala.
“En este trabajo comemos lo que hay, lo que nos puedan vender y a la hora que podamos comer”.
Dijo no cuidar los alimentos que ingiere y aunque asegura no tener diabetes, hipertensión, padecer de problemas circulatorios u otro por su alimentación y trabajo, considera son enfermedades que pueden tener cualquiera.
“Pero realmente las enfermedades de diabetes y todo eso, cualquiera lo puede tener, a mí me dicen mucho que porque ando aquí en el camión, que estoy sentada, pero yo no tengo problemas en mis riñones. Casi no tomo agua, tomo jugos y refresco, agua no me gusta”, externó.
Señaló que su único padecimiento es un problema en la columna, de la que fue operada tras sufrir una caída y dijo no haber quedado bien, pues en ocasiones siente que se le duerme de la cintura hacia la pierna.
Los choferes señalan el estrés como la principal enfermedad que llegan a presentar los operadores del transporte público, además de la diabetes y padecer de los riñones.
“Si es muy pesado, es muy estresante, te enojas, pero ya cuando llegas aquí te olvidas. Este es un trabajo como si jugaras cartas, cuando llegas aquí y te dan tu salida y ya tienes que ver cómo vas a trabajar tu ruta, porque obvio tienes que salir a vender, no puedes salir nada más a dar la vuelta”, dijo la conductora de 60 años, quien tiene nueve trabajando en el transporte público.
Esta carga de estrés puede ayudar a desencadenar otras enfermedades, ya que el estrés puede generar ansiedad o depresión, e influir en la forma en que una persona se alimenta.
“Sumado al estrés de las horas de trabajo, a la temperatura ambiental y también sumado a la cantidad de vehículos que circulan, se elevan su estado de estrés, lo cual los puede llevar a un estado de ansiedad o depresión.
“Cuando una persona está ansiosa busca comer y realmente lo que tiene a la mano son carbohidratos, por ejemplo pan dulce o tan solo con que esté comiendo comida rica en grasa, tiene cierto riesgo cardio metabólico, pero en forma hígado graso podemos aumentar la presión arterial, pueden sufrir de diabetes y también pueden sufrir con problemas a nivel del corazón”, señaló el jefe de Nutrición del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz.
Pese a las jornadas de hasta 16 horas al día, los descansos solo son uno o dos a la semana, esto depende de si hay relevos -conductores que los suplan en su día de descanso- de no haber, comenta José Alfredo, hombre de la tercera edad y con 25 años de conductor, no se baja de la unidad.
Mientras come una torta y un refresco de 600 mililitros, aprovechando sus minutos de descanso en la base, en lo que espera dar otra vuelta, asegura que pese a este estilo de vida, lo único que lo ha llevado a estar en cama fue el Covid, enfermedad que afirma le dejó secuelas, pues adelgazó mucho.
Cabe señalar que los choferes del transporte público no cuentan con seguridad social, por lo que deben cubrir estos gastos y los de su familia.
“No. Ni un chofer tiene seguro, de ninguna ruta, ninguno está asegurado”, señaló Juan G. H., quien lleva 35 años trabajando en rutas de camiones de Veracruz.
Mencionó que quienes se dedican a este oficio soportan la falta de seguridad social y las exigencias de esta actividad, debido al salario, el cual compensa la falta de prestaciones.
“Yo al menos gano mil pesos diarios, el sueldo mínimo es de 800 pesos, se compensa una cosa con la otra, pero por mucho dinero que ganes no te alcanza para sustentar los gastos de un enfermo.
“Yo porque me he cuidado, pero hay compañeros que no se cuidan y a la larga no tienen para un tratamiento de los riñones, son caros. No tenemos un futuro”.