La entrega del cuarto Informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto derivó en la sesión más tensa del sexenio en este tipo de ceremonias, que estuvo precedida del fantasma de Donald Trump, cuya visita se esgrimió como argumento desde la oposición para cuestionar la administración federal y sus endebles resultados.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, entregó el documento del Ejecutivo y defendió el cambio de hacer política, emprendido hace cuatro años, para aprobar las reformas, un camino que no ha estado exento de retos y resistencias, a las que, dijo, se han buscado soluciones pacíficas.
El funcionario anunció que el Presidente no enviará iniciativas preferentes y señaló que el llamado del Ejecutivo es a seguir trabajando en unidad. Resaltó que más allá de coyunturas, todos los actores deben actuar con estatura política y visión de Estado.
Edmundo Javier Bolaños Aguilar (PAN), presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, puntualizó que el gobierno debe ampliar los espacios de diálogo para encontrar soluciones a los problemas, y planteó que no hay leyes ni acciones políticas inamovibles.
¡Fuera Trump de México!
Ayer la sesión de apertura del Congreso General en San Lázaro transcurría sin sobresaltos. La coordinadora de Morena, Rocío Nahle García, daba lectura al posicionamiento de su partido y desde las curules sus compañeros desplegaron un retrato de Benito Juárez García y dos extensas mantas alusivas al cuestionado encuentro Peña-Trump: “¿Y la dignidad… EPN?” ¡Fuera Trump de México!
Los diputados Roberto Cañedo y Margarita Cuata cargaron dos piñatas con las figuras del presidente y del candidato republicano, que Vidal Llerenas había mandado comprar por la mañana al mercado de La Merced. Esa acción despertó el encono de priístas y sus aliados del PVEM. Desde su curul, la diputada guerrerense Silvia Rivera Carbajal (PRI) vociferó: ¡que se quiten esos zánganos!
El despliegue de las mantas de Morena cambió el escenario de la sesión. El encono creció cuando el coordinador de los diputados del Verde, Jesús Sesma, comparó a la oposición con la fábula de los cangrejos mexicanos en la cubeta y devolvió las acusaciones a Peña por recibir al magnate republicano: la traición es no hacer eco a los resultados. La provocación de Sesma desató la gresca. Miguel Alva y Alva, de Morena cargó la piñata con la imagen presidencial y la arrojó a los pies de la tribuna.
Con información de La Jornada
http://www.jornada.unam.mx/2016/09/02/politica/004n1pol