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A pesar de contar con dos doctorados, diplomados, maestría y otras certificaciones, Antonio Sorela, originario del pueblo indígena de Tetelpa, en Zacatepec, Morelos, consideró que para de haberse dado la reforma judicial no habría tenido posibilidad de estar concursando para un cargo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como actualmente lo hace.
El catedrático reconoció que si bien algunos consideran que esta reforma podría ser un error, él la ve como una oportunidad para ofrecer su experiencia y conocimientos, especialmente en defensa de los derechos humanos y en la promoción de las comunidades indígenas.
Explicó que como candidato para ser magistrado es consciente de la importancia de esta reforma que, por primera vez en la historia del país, permitirá que estos escaños sean electos por voto popular.
Aunque al principio fue escéptico, temiendo que el proceso ya estuviera determinado, hoy se siente afortunado de estar en la lista de 12 candidatos, que surge de un proceso abierto y transparente que combina etapas previas y un trabajo conjunto de diversas instituciones.
El doctor en derecho destacó que aunque la reforma al Artículo 2 de la Constitución, que reconoce los derechos humanos de las comunidades indígenas representa un avance significativo, aún queda mucho por hacer.
Mencionó que en la práctica muchos de estos avances legislativos no han sido suficientes para garantizar que las comunidades indígenas puedan acceder a una justicia plena y efectiva. Específicamente, subrayó la importancia de "socializar las reformas", capacitar a las comunidades y garantizar que tengan acceso a información judicial en sus lenguas maternas.
Respecto a los problemas estructurales dentro del sistema judicial, Antonio Sorela apuntó que la corrupción ha sido uno de los principales obstáculos para alcanzar una justicia imparcial, especialmente en las comunidades indígenas.
Enfatizó la necesidad de jueces empáticos, que no solo comprendan la ley, sino que también las realidades sociales y culturales de las comunidades a las que sirven.
El proceso de elección de los nuevos magistrados comenzará el 30 de marzo con una campaña y culminará el primero de junio con la elección.
Aunque se trata de un paso importante, Sorela recordó que este es solo el principio de una transformación profunda que tomará años para consolidarse.
En cuanto a su campaña mencionó que debido a las limitaciones financieras, la estrategia será centrada en el diálogo directo con la ciudadanía y en una campaña autosustentable, sin grandes gastos en publicidad tradicional.
Antonio Sorela, además de su labor como defensor de los derechos humanos, es académico con trayectoria internacional. Ha sido profesor en la Universidad Internacional de la Rioja, España, y fue director de derechos humanos en la Secretaría de Gobierno entre 2017 y 2018.
A lo largo de su carrera ha publicado el libro Perspectiva Multidisciplinar de los Derechos Humanos en el Contexto del Siglo XXI y Declaración de los Derechos Humanos Versión Comentada y Traducida al Náhuatl.
En diciembre de 2024, Antonio Sorela recibió el Premio Nacional de los Derechos Humanos en El Salvador, siendo el primer extranjero en obtener tal distinción.