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Este 20 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Justicia Social. Instaurado por la resolución general 26 de la ONU en noviembre de 2007, este día invita a reflexionar sobre las desigualdades y el acceso equitativo a los derechos fundamentales.
Sin embargo, en México, la justicia social sigue siendo una deuda pendiente.
Carlos Gabriel Sánchez Ortiz, titular del despacho GS Abogados y doctor en derecho por el Instituto de Investigaciones del estado de Puebla, habló sobre la situación de la justicia en el país.
"La justicia es darle a cada quien lo que le corresponde; derecho a la vida, salud, trabajo, vivienda digna y un ambiente saludable, pero en México las desigualdades son abismales".
Señaló que, tras 80 años de políticas neoliberales y gestiones fallidas, el país arrastra un lastre económico que impide su desarrollo; "¿por qué no producimos tecnología propia? ¿Por qué no fabricamos autos o aviones? Porque la riqueza y las oportunidades no se distribuyen de manera equitativa."
Pese a diversas reformas constitucionales, Carlos Gabriel Sánchez Ortiz dijo que los avances han sido limitados.
"Las leyes son instrumentos pero quienes deben aplicarlas somos nosotros, a pesar de las reformas en derechos de las mujeres, personas con discapacidad y trabajadores del campo los problemas estructurales persisten: feminicidios, violencia, corrupción y crimen organizado".
Asimismo, denunció que los medios de comunicación han sido víctimas de injusticia; "Veracruz es uno de los estados más peligrosos para el ejercicio periodístico.
"La reciente resolución que obliga a una periodista a disculparse con un servidor público es un acto de censura inaceptable".
El especialista también criticó la reforma que permite la elección popular de jueces y magistrados; "los jueces no son políticos; son profesionales que requieren una carrera judicial para garantizar decisiones imparciales y fundamentadas, no se puede improvisar en la justicia como si se tratara de una rifa."
En su opinión, esta reforma vulnera el marco jurídico y la autonomía de los tribunales, algo que ya ha sido denunciado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
"La democracia es una herramienta para alcanzar la justicia social pero no lo es todo, si en un salón de clases votamos democráticamente que no haya exámenes, ¿qué pasa con la calidad educativa? Lo mismo ocurre con la justicia.
"Necesitamos una verdadera redistribución de la riqueza, del trabajo y de la responsabilidad. Solo así podrá México superar sus retos históricos y alcanzar un desarrollo equitativo para todos."