El Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas) es el organismo clave que asegura el suministro de gas natural en México.
Su labor abarca la operación del Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural (Sistrangas), el cual conecta las principales zonas productoras con los centros de consumo.
También administra ductos esenciales para la distribución de energía, desempeñando un rol estratégico en la infraestructura energética del país.
A partir del 6 de enero, esta dependencia quedará bajo la dirección de Cuitláhuac García, exgobernador de Veracruz, una figura que no está exenta de polémicas.
Su nombramiento, anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha generado debates sobre su idoneidad para el cargo, dado su historial político.
Ingeniero mecánico electricista por la Universidad Veracruzana, García cuenta con un perfil técnico que aparentemente lo hace apto para el puesto.
Según Sheinbaum, su formación en energía y electricidad, así como su decisión de abandonar un doctorado para unirse al movimiento de transformación en México, son prueba de su compromiso con el país.
Sin embargo, su gestión como gobernador de Veracruz estuvo marcada por señalamientos de corrupción y presuntos casos de persecución política, dejando dudas sobre su capacidad para liderar una institución crucial con transparencia y eficacia.
El Cenagas juega un papel fundamental en la seguridad energética de México. Garantizar el abasto de gas natural no solo es esencial para el funcionamiento de las industrias y hogares, sino que también impacta directamente en la economía del país.
¿Tiene Cuitláhuac García las cualidades éticas y profesionales que necesita el Cenagas? Por ahora, el peso de su desempeño recaerá sobre un sector estratégico que no admite fallos.