El Congreso de Quintana Roo aprobó ayer por unanimidad reformas a la Ley de Movilidad del estado para permitir la regulación y operación de transporte de pasajeros por aplicaciones y plataformas digitales.
Con 23 votos a favor y cero en contra, el Congreso local aprobó la iniciativa presentada por la Gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, con el fin de regular y permitir la operación de transporte de pasajeros a través de plataformas digitales como Uber o DiDi, esto pese a meses de intensa inconformidad por taxistas de la entidad.
La reforma a la Ley de Movilidad de la entidad entrará en vigor una vez que sea publicada en el periódico oficial de Quintana Roo.
“¡Aprobado por unanimidad el marco normativo a la Ley de Movilidad de #QuintanaRoo para dar paso a la regulación y operación de servicios tecnológicos contratados a través de plataformas digitales! […] Así se materializa el #NuevoAcuerdo, atendiendo demandas ciudadanas añejas, olvidadas por años y dando espacio al desarrollo con justicia y bienestar para tod@s”, destacó la mandataria estatal en su cuenta de Twitter.
El pasado 11 de enero, el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito en Cancún, los magistrados Jorge Mercado y Leonel Jesús Hidalgo avalaron que Uber es una plataforma de transporte privado, por lo que podrán operar sin una concesión en Quintana Roo.
Y es que pese a los recursos presentados por los sindicatos de taxistas, los magistrados dijeron estar apegados a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por lo que dictar lo contrario sería inconstitucional.
Esto desató la tensión que durante varios meses y años había permeado en las calles de la ciudad balnearia de Cancún, uno de los puntos turísticos más importantes del país y del continente. Y es que, dado el elevado costo de los taxis locales en Cancún, muchos viajeros prefieren utilizar las aplicaciones.
Desde entonces, ocurrían bloqueos, amenazas y enfrentamientos cada vez más intensos en la zona hotelera de Cancún, así como el Aeropuerto, que conecta directamente.
Algunos cancunenses también publicaron videos o fotografías de taxis rodeando presuntos automóviles de las aplicaciones, y un hombre dijo que simplemente estaba paseando a unas personas cuando su automóvil fue impactado por piedras y abollado por los taxistas.
Una chofer de Uber contó al diario Milenio que, luego de recoger a una familia de turistas en un mercado para trasladarlos de regreso a su hotel, un grupo de tres taxistas le cerró el paso, le ponchó las llantas traseras e intentaron amedrentarla. Ahora, decidió dejar las apps y volver a intentar trabajar como contadora, su profesión inicial.
Los habitantes de Cancún acusaron cobros excesivos sin taxímetro, acoso sexual y asaltos por parte de los taxistas locales, una “mafia” cuyo sindicato protagonizó estos días bloqueos y agresiones contra turistas y choferes de Uber por la reinstalación del servicio de la plataforma en el municipio de Quintana Roo. Ante la Fiscalía estatal, hay más de 500 denuncias contra ellos por agresiones a conductores de esta aplicación.
“Cobran lo que quieren e insultan al usuario”, dijo en entrevista Frank, un cancunense que decidió compartir entre sus contactos de WhatsApp una convocatoria para no usar taxis este viernes 27 de enero para protestar por su mal servicio. “La tarifa normal es de 50 pesos en el servicio que tienen indicado, pero han cobrado en un trayecto de 90 a 100 pesos”.
En 2016, cuando este servicio alternativo llegó a la entidad, el Sindicato “Andrés Quintana Roo” se opuso y el Gobierno estatal de Carlos Joaquín González requirió a la plataforma obtener la concesión para operar. En 2019, Uber solicitó un amparo contra ello y, hasta este 12 de enero, el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito resolvió –en una sesión por videollamada ante el bloqueo de los taxistas en la sede– que no requiere ser regulado por la autoridad local al no ser considerado como un transporte público.
De acuerdo con varios testimonios de usuarios de taxis del municipio de Benito Juárez, aunque han denunciado acoso sexual y robo ante el Sindicato “Andrés Quintana Roo”, su dirigencia no ha sancionado a los señalados.
Cuando Zaj tenía 19 años, el chofer del taxi en el que viajaba se masturbó mientras le platicaba sobre sus gustos sexuales. “La denuncia en el Sindicado no procedió porque como el taxi lo trabajaban dos y no me sabía el nombre [del chofer], pues no podían hacer nada”, compartió.
Y años después, también un conductor la asaltó. “Paró una esquina después de donde hice la parada y subió a un tipo. Me llevaron a una calle donde era puro monte, sacaron un cuchillo, les di todo y me bajaron y después aventaron mi bolso… Por suerte no pasó a mayores”, platicó.
A Yolanda un taxista le tocó las piernas durante el viaje por lo que ahora evita usarlos. “Venía sentada en la parte de atrás y [él] no me quería bajar; sentí que moría. De ahora en adelante, si tengo que salir, solo en mi carro o en los camiones, combi; no importa, menos taxi”, lamentó.
Hernán, habitante de Cancún, expuso que un taxista le robó el celular que aún estaba terminando de pagar y también la billetera. “Nos asaltaron a mí y a mi pareja quitándonos celulares y billeteras, nos quitaron todo y nos abandonó quién sabe dónde. Fuimos al Sindicato con el número de placas y el número de taxi, y no hicieron nada”, afirmó.
Por su parte, Carlos Alberto narró que un taxista de Cancún se quedó con el cambio de un billete de 500 pesos, una parte de su quincena recién cobrada. “Llegué a mi destino, le pagué con un billete de 500 pesos, el taxista hizo como que buscaba cambio y, cuando me bajé y me acerqué para recibirlo, me dijo: ‘ahí te ves’ y se dio a la fuga”, evocó.