Miles de personas se congregaron desde tempranas horas afuera de la capilla ardiente instalada en la basílica de San Pedro, en el Vaticano, para dar el último adiós al papa emérito Benedicto XVI.
El cuerpo de Joseph Ratzinger, nombre real de Benedicto XVI, yace en un catafalco cubierto por una tela dorada, frente al altar mayor de la basílica.
Junto a él, dos guardias suizos vestidos de gala montan guardia, acompañados de cardenales y miembros de la grey católica que velan al exlíder del Vaticano, quien falleció el pasado sábado, a los 95 años de edad, debido a complicaciones de salud.
Desde la madrugada de este lunes, miles de personas han acudido al templo sagrado a despedirse del papa emérito. Las largas filas rodean la Plaza de San Pedro, por lo que El Vaticano ha implementado un fuerte dispositivo de seguridad para evitar incidentes.
Uno a uno, los fieles católicos han ingresado a la capilla, todos en silencio, para recorrer el pasillo central y poder llegar hasta donde yace el cuerpo de Benedicto XVI, donde realizan una breve oración y, posteriormente, se retiran del recinto.
De acuerdo con lo informado por El Vaticano, las puertas de la capilla ardiente permanecerán abiertas desde hoy y hasta el miércoles, para que la multitud que ha acudido desde diferentes partes del mundo pueda despedirse de él.
Se prevé que cerca 30 mil personas desfilen cada día por la basílica, entre ellas algunos líderes mundiales, como la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el presidente de la República, Sergio Mattarella, quienes ya acudieron a dar el último adiós a Benedicto XVI.