A pesar de que el ex director de Gobernación del Ayuntamiento de Orizaba, Juan Ramón Herebia, fue señalado en su momento por la madre de los hermanos Ernesto y Román Pérez González de haber estado en el momento de los hechos manipulando las pruebas, durante el juicio que se llevó a cabo en contra de seis policías municipales acusados de asesinar a los dos profesionistas reculó, y expresó que ese ex funcionario “nunca estuvo ahí”.
La señora mencionó que el primero de noviembre del 2018 ella no vio nada y que “el señor Herebia no estuvo ahí”, e incluso le dijo a los abogados que si ellos lo tuvieron enfrente por qué no lo interrogaron, comentaron familiares de los elementos.
El caso tomó relevancia nuevamente luego de que en días pasados se diera a conocer que los elementos policiacos habían sido hallados culpables, aunque aún están pendientes de recibir sentencia por parte del juez que llevó el caso.
“A pesar de que ya terminó el juicio queda la duda de saber quiénes son los que dispararon porque eso no quedó claro en el juicio. En el juicio se acreditó que los dos hermanos dispararon porque les hicieron la prueba de rodizonato y ahí salió que los dos salieron positivos, también se encontraron tres casquillos del arma que ellos detonaron, lo que no se pudo explicar es si uno de ellos disparó primero y el otro le quitó el arma y volvió a disparar, pero los tres casquillos quedaron en medio de ellos”, indicaron.
Los familiares, quienes pidieron omitir sus nombres, explicaron que recurrirán la sentencia que se dé y presentarán queja en contra de los funcionarios que puedan resultar responsables por violaciones al debido proceso, porque la mamá de los profesionistas, que en un inicio había dicho que vio la agresión y luego la manipulación de las pruebas, al final resultó que no vio nada y cambió toda su versión.
Señalaron que para ellos está claro que no hay justicia, que el caso se hizo mediático y las simpatías se cargaron hacia un lado.
Como se recordarám la noche del primero de noviembre del 2018 los dos hermanos de 31 y 33 años fueron muertos frente la vivienda familiar, en la avenida Colón Oriente luego de una persecución.
En ese entonces, la señora Luz María González González indicó que su hijo Román les gritó que era perseguido y su otro hijo salió a ver qué pasaba y le dijeron a ella que entrara a la casa, y cuando abrió la puerta de nuevo vio a sus hijos tendidos en el piso desangrándose, e incluso vio a Juan Ramón Herebia poniéndose unos guantes de cirujano; y mientras ella le suplicaba que llamara a una ambulancia, el entonces funcionario municipal simplemente le ordenó que se metiera a su casa.
Por su parte, las autoridades dieron la versión de que Román Pérez conducía un vehículo y le marcaron el alto para su revisión pero no se detuvo y emprendió la huida, por lo que se inició una persecución que culminó en el citado domicilio, en donde al llegar los uniformados fueron recibidos a balazos, por lo que respondieron con el resultado ya conocido.