Una red de corrupción opera en la zona del Parque Industrial Valle de Orizaba (PIVO), entre elementos de Transporte Público del Estado y vigilantes de esa área que laboran en una compañía privada, consideran conductores de camiones de carga.
Señalaron que diariamente ingresa a esa zona un gran número de camiones, 70 por ciento de los cuales van a la planta Heineken, y una cantidad indeterminada serían extorsionados por personal de Transporte Público, que sorprenden principalmente a quienes tienen placas foráneas, ya que esa zona no es su área de competencia.
Indicaron que si algún camionero se llega a detener, de inmediato se le acercan los vigilantes y les indican que se muevan, y dos o tres minutos después llegan los de Transporte Público del Estado y comienzan a pedir documentos indebidamente, ya que no es su jurisdicción, pero aprovechan cualquier faltante para, aseguran, extorsionarlos de inmediato, amenazándolos con llevarse su unidad.
Las dádivas que piden, indicaron, no son de 200 o 300 pesos, sino que lo menos que se llevan son de mil 500 pesos a cuatro mil.
Comentaron que presumen que hay una red de corrupción en la que estarían implicados los vigilantes, quienes también se acercan a ver cuál es el problema y presionan para que den dinero los conductores.
Ese personal, explicaron, viste ropa azul, pero desconocen a qué compañía pertenecen.
Señalaron que muchos de ellos están hartos de ser extorsionados, por lo que la tarde del viernes un compañero se enfrentó a ellos, situación que otro más grabó y el video terminó en redes sociales.
Destacaron que no es la única queja que se conoce y son varios los que han alzado la voz, pero ninguna autoridad hace nada.