En la zona baja del municipio de Misantla, los habitantes han expresado su indignación por la falta de gramos en el kilo de tortilla, considerando esta situación como un golpe a la economía familiar, lo que agrava aún más la situación es la impunidad con la que los vendedores abusan de los consumidores, sin que nadie tome medidas para frenar estos abusos.
Ante esta problemática, los ciudadanos exigen la intervención de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) para poner fin a esta situación que afecta el salario mínimo de las familias.
Ana Luz Aparicio, vecina de la comunidad de La Constancia, fue quien denunció públicamente los abusos de los vendedores de tortilla, manifestó que esta situación debe ser controlada por la PROFECO, ya que atenta contra el salario mínimo de las familias campesinas; además, señaló que los kilos de tortilla que se ofrecen no están debidamente completos.
"Imagínense, el kilo de tortilla está a 22 pesos, digo 'según kilo', porque bien sabemos que no llega ni al kilo, solo 950 gramos, no sabemos por qué, sabemos que no ha habido gasolinazos, sí sabemos que el maíz ha subido, pero el precio en tiendas comerciales es de 10 pesos el kilo de maíz, en el campo se va al día, y el salario mínimo no alcanza, y la tortilla es de la canasta básica, nos perjudica porque en ocasiones se compra la tortilla mínima dos veces al día", expresó Ana Luz Aparicio.
Esta situación de abuso y falta de control ha generado malestar entre la población, ya que no existe ninguna autoridad que tome medidas al respecto, además, afecta especialmente a las familias de La Guadalupe o Máximo García, La Defensa, La Constancia, La Reforma, Reubicación La Reforma, Mundo Nuevo y Troncones.
La presencia de vendedores de tortilla provenientes de otras localidades, como Martínez de la Torre, Libertad, Palpoalaixcan y La Defensa, ha contribuido al descontrol de esta situación, ante la falta de una autoridad que atienda esta problemática, los ciudadanos hacen un llamado a la unión de la población para defender sus derechos como consumidores.
Exigen la intervención de la PROFECO y que se tomen medidas para garantizar la calidad y el peso adecuado de los productos básicos, evitando así la manipulación de los alimentos y protegiendo la economía de las familias misantecas.