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Con una eucaristía y una comida a la que asistió el obispo Eduardo Cervantes Merino, la Casa de la Misericordia en Orizaba celebró su noveno aniversario.
"Hoy estamos llenos de alegría y gratitud con toda la sociedad de Orizaba y la región, con todas las personas de buena voluntad que apoyan esta Casa que es donde damos asistencia a todas las personas necesitadas no importando su credo.
"Siempre que alguien lo necesite va a encontrar un apoyo", señaló el padre Román Oficial Gil, coordinador de Cáritas Orizaba.
Refirió que se buscó que este día no pasara inadvertido; por ello, se decidió llevar a cabo esta celebración presidida por el obispo y compartir los alimentos con la gente que acude, los voluntarios y las personas de la cocina que preparan todos los días las comidas.
Mencionó que son alrededor de 160 las personas que trabajan como voluntarios, "y se escucha mucho", pero, dijo, debe considerarse que laboran seis días a la semana preparando comida, entregando alimentos y separando medicamentos.
Además de los médicos que dan consulta, psicología y tanatología y se requiere de al menos del apoyo de 25 personas al día.
Recordó que quienes deseen apoyar pueden hacerlo llevando directamente alimentos, medicamentos o ropa en buen estado a la Casa de la Iglesia, en Oriente 2 entre Sur 9 y 11.
"Algo muy importante; nosotros no andamos pidiendo en las redes, toda persona que quiere colaborar nos trae a Casa de la Misericordia o nos llama para que podamos ir con una persona bien identificada", comentó.
El sacerdote señaló que de esta forma buscan proteger también a quienes les ayudan "y no los sorprendan". Agregó que incluso, si alguien desea colaborar en el servicio pueden hacerlo y llegar a sumarse.