A la edad de tres años aprendió a tejer palma en el sur de Veracruz

No hay mejor herencia que la que mis padres me enseñaron, la educación, oficio de artesano y valores, explico Abdulia Flores Pérez, lleva cuarenta años elaborando arreglos y artesanías con palma que venden durante el domingo de Ramos y la Semana Santa, su padre le enseño cuando tenía escasos tres años.

Sus padres originarios de Orizaba, Veracruz, arribaron a Nanchital en los años ochenta, desde esa época emprendieron con la venta de flores, coronas que elaboraban con hojas de elote, papel, para vender durante el año.

Diario del Istmo, en la celebración del Domingo de Ramos, efectuó una entrevista a Abdulia Flores, quién coloco una mesa en la plazoleta Lázaro Cárdenas, para vender los productos que utilizarían los católicos durante la procesión y aprovechar las ventas para seguir elaborando Ramos.

“Tengo varios hermanos, todos nos dedicamos al comercio, pero soy la única que aprendió a realizar las artesanías que mi padre por varias décadas vendió para cubrir los gastos del sustento de la familia”.

Mi madre vestía trajes típicos, como representación de nuestra comunidad, al igual que mi padre, nos inculcaron el respetar a todas las personas, aunque en alguna ocasión llegaron a mirarnos como si fuéramos diferentes.

“Gracias a Dios y a ustedes de darnos este espacio en este día, agradezco, consideren que todo artesano encuentra en la naturaleza la forma de ingresar dinero a casa”, explico Abdulia.

Antes de finalizar la entrevista, la joven florista y artesa, solicito a la ciudadanía valorar los productos que elaboran, en ellos se refleja su creatividad, amor a su trabajo, y la enseñanza de sus padres, abuelos y antepasados que son orgullo de México.