En el mundo a menudo superficial de las redes sociales, Yulay, cuyo nombre completo es Julio César Fuentes Cruz, se destaca por su humildad, cariño y amabilidad.
Este fenómeno en línea, conocido por su canal de YouTube, ha vuelto a causar sensación en las redes, no por payasadas o estrellato fugaz, sino por su generosidad al regalar colchones a familias en situación precaria.
Este Youtuber, cuyos actos de bondad previos incluyeron regalar más de 80 pares de zapatos y cubrir los costos médicos de personas necesitadas, ha vuelto a deslumbrar con su corazón. La historia comienza en el lugar donde sus raíces crecen: su pueblo natal, en el municipio de Tenancingo, Estado de México.
A través de su canal de YouTube, Yulay compartió una conmovedora aventura. Regresó a su lugar de origen con una promesa en mente: entregar colchones a aquellos que más lo necesitaban. "Donde me crie y donde trabajé duro para poder regalar estos elementos a quienes más los necesitan", compartió con sus seguidores.
"Hoy tendremos la oportunidad de cumplir una promesa que tuve desde que era niño: regalar colchones a quienes más lo necesitan", anunció con emoción al comienzo del video. Y así, este influyente creador comenzó su misión de compasión y ayuda.
No siempre fue conocido por sus videos. Antes de abrazar el título de creador de contenido en las redes, Yulay trabajaba vendiendo una variedad de artículos para el hogar, desde muebles hasta colchones y vitrinas.
En el video, no dejó de expresar su gratitud hacia su antiguo jefe por haberle enseñado este noble oficio, y por lo tanto, quería devolverle el gesto a la gente.
"Tuve la oportunidad de vender muebles, vitrinas, colchones, yendo de casa en casa ofreciéndolos", compartió.
"Quiero agradecerle a mi jefe que me enseñó este hermoso oficio del comercio", añadió con gratitud en su voz.
Aunque la tarea no era sencilla, Yulay demostró que, más allá de las cámaras, su compromiso con la comunidad era incuestionable. "Creo que de todas las ocupaciones en las que he estado, esta es la más noble", reflexionó mientras recorría casa por casa, encontrando tanto negativas como gratitud en su camino.
La respuesta de sus seguidores fue un coro de aplausos virtuales. “¡Éste sí es un influencer! Ayuda a los más necesitados y es un ejemplo a seguir", exclamaron. "Del pueblo y para el pueblo. Gran persona con un enorme corazón", otro señaló.
"El pueblo te bendice, sigue así mi Yuli", expresó un fiel seguidor.