Se ha confirmado la tarde de este sábado, el fallecimiento del actor de 98 años, Ignacio López Tarso. El actor se encontraba desde hace días internado en el hospital por varias enfermedades que comprometían su estado de salud, entre ellas, una neumonía y una obstrucción intestinal.
La noticia de su deceso fue dada a conocer en redes sociales.
Fans y familiares del primer actor mexicano, protagonista de "Macario", esperaban con fe la recuperación del actor de 98 años; sin embargo, su estado de salud se había complicado, hecho que lamentablemente propició su muerte.
Hasta hace unos días se mantenía estable, sin embargo, este mismo sábado su hijo compartió que comenzaba a tener complicaciones.
En 2022 ya había superado una neumonía bacteriana, además de una infección causada por la COVID-19, por lo que incluso pospuso un homenaje en Michoacán.
El nacido en enero de 1925 estudió arte dramático en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes. Posteriormente su carrera en los escenarios dio inicio al formar parte de la Compañía de Teatro Estudiantil Autónomo.
Participó en más de 100 obras de teatro y 50 películas, entre las que se encuentran Nazarín (1958), La sombra del Caudillo (1960), El Hombre de Papel (1963), El Gallo de Oro (1964), Pedro Páramo (1967) o La Vida Inútil de Pito Pérez (1970).
López Tarso recibió diversos reconocimientos por su incursión a la industria del entretenimiento como un premio Ariel en 1973 por Rosa Blanca; y en 2007 se le otorgó un galardón Ariel de Oro.
Fue Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2015 y tuvo dos premios Golden Gate como mejor actor gracias a El hombre de papel y Macario. En mayo de 2022 la Universidad de Ixtlahuaca, en el Estado de México le di el Doctorado Honoris Causa en Artes y Humanidades.
El histrión también se desempeñó en la política como diputado federal en los ochentas. Además, fue presidente del Consejo Directivo de la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) entre 1980 y 1984; secretario general de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) de 1986 a 1990 e integró el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC).
En los últimos años afirmó que quería morirse en el escenario y les pedía trabajo a las producciones, ya que aseguraba seguía teniendo una buena memoria para hacer el trabajo que por años lo apasionó.