La figura de plástico que conquistó el corazón de generaciones ha emergido como la reina indiscutible de la taquilla cinematográfica.
La película Barbie, dirigida por Greta Gerwig, ha logrado lo que parecía imposible: destronar a los titanes y reclamar el trono de la película más taquillera en la historia de Warner Bros.
Al cierre de este lunes, la cinta ha dejado atrás a "Harry Potter and the Deathly Hallows - Part 2", acumulando la asombrosa suma de 1.342 millones de dólares (1.240 millones de euros) en taquilla, según los datos proporcionados por Box Mojo Office.
La gesta de la muñeca más famosa del mundo no se detiene ahí. Con su atrevida interpretación a cargo de Margot Robbie como Barbie y Ryan Gosling como Ken, la película ha tejido un camino de récords que parece no tener fin.
El ascenso ha sido vertiginoso y su presencia en la taquilla ha sido un vórtice de atracción para el público.
La semana pasada, Barbie desbancó a Super Mario Bros. The Movie, consolidándose como el título más taquillero de 2023 en Norteamérica.
La travesía hacia la cima de la taquilla ha sido un festín de logros. Más allá de sus cifras astronómicas, Barbie ha roto barreras de género y convenciones, erigiéndose como la película dirigida por una mujer en solitario más lucrativa de la historia.
Un logro que no solo refleja la magnitud de la cinta, sino que también envía un potente mensaje a la industria del entretenimiento.
Sin embargo, la sed de récords de Barbie parece insaciable. En el horizonte se avista el trono de la película más taquillera del año a nivel mundial, un honor que demandará superar los 1.360 millones de dólares que la película basada en el personaje de Nintendo ostenta.
El desafío, considerando la atracción imparable que ha mantenido, no parece inalcanzable para la inquebrantable muñeca.
El destino final de Barbie en el panteón de películas dirigidas por mujeres podría encontrarse en la superación de los 1.430 millones de dólares recaudados por "Frozen II", dirigida por Jennifer Lee y Chris Buck.
Una hazaña que, de lograrse, no solo consagraría a Barbie como una figura en constante evolución, sino que marcaría un hito en la historia del cine, un testimonio del poder transformador de las visiones femeninas en la gran pantalla.
Barbie, la icónica muñeca de plástico, ha trascendido su material y ha demostrado que su influencia no se limita a los juguetes y la cultura pop, sino que se extiende a la cima de la industria cinematográfica.