El crecimiento sin precedentes en el sureste mexicano ha colocado al Corredor Transístmico en la mira como un proyecto de gran potencial para impulsar las inversiones.
El Corredor Transístmico, concebido como una plataforma logística, se compone de servicios portuarios interconectados mediante el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y la red de carreteras nacionales.
Fernando Coutiño destacó que ya se observan inversiones de empresas internacionales a lo largo de este corredor, y delegaciones de inversionistas están mostrando un interés creciente en este proyecto.
Este megaproyecto se presenta como un impulso para el sureste mexicano, con la instalación de empresas dedicadas a la transformación de materias primas a lo largo de su extensión.
Este rendimiento positivo se atribuye, en parte, a actividades terciarias como el comercio y el turismo.
El impacto del Corredor Transístmico y proyectos como el Tren Maya se refleja en el proyección de estados como Quintana Roo, que se destacan por su potencial y crecimiento económico en la región sureste.
Además, la plataforma logística del Corredor incluye puertos estratégicos como Salina Cruz, Coatzacoalcos y Puerto Chiapas, brindando acceso a mercados en el sur de Estados Unidos, Europa, América y Asia.
Estos puertos sirven como puntos clave de enlace entre los océanos Pacífico y Atlántico, facilitando el intercambio comercial a nivel nacional e internacional.