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Seguramente la razón por la que las tarjetas bancarias se han vuelto un elemento crucial de las finanzas personales es su conveniencia y seguridad para gestionar y optimizar los ahorros y gastos.
Un mecanismo asociado a las tarjetas es el NIP, o Número de Identificación Personal por sus siglas, un código de cuatro dígitos que generalmente es solicitado para realizar cualquier operación con el plástico, como pagos en establecimientos o retiro de efectivo en cajeros automáticos.
La idea es que sólo el titular de la tarjeta conozca el NIP, garantizando que sea el único en utilizarla y así reducir el riesgo de fraude por robo.
Sin embargo, existen algunas transacciones muy populares y comunes que no requieren la introducción de este código, sin que esto signifique que se ponga en riesgo la seguridad de la tarjeta. ¿Las conoces?
Algunos establecimientos comerciales que incluyen pago con tarjeta pueden realizar transacciones sin la necesidad de introducir el NIP, siempre y cuando el monto total sea inferior a 300 pesos. Esto con la finalidad de simplificar el proceso y reducir tiempos de espera.
Una técnica novedosa en los pagos con tarjeta es la tecnología NFC (Near Field Communication), en la que se utiliza el dispositivo móvil en lugar de la tarjeta, volviéndose un proceso más rápido y eficiente.
Las transacciones en las plataformas digitales de compras no requieren el NIP para su validación; en su lugar, solicitan otro tipo de información como el código CVV, impreso en la parte posterior de la tarjeta.
Los pagos recurrentes, como suscripciones a servicios básicos o plataformas de streaming tienen la opción de realizarse automáticamente, pero para esto el consumidor debe registrar los datos de su tarjeta bancaria y conceder su autorización. Además, pueden ser cancelados en cualquier momento.
Aunque estas modalidades ofrecen una mayor comodidad para realizar pagos, es esencial que los titulares lleven un control de sus finanzas, apliquen medidas de seguridad y estén enterados de las condiciones de uso para poder detectar anomalías como cargos no reconocidos, y evitar cualquier riesgo de fraude.