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La prueba de fuego para los Yunes azules que se encuentran hoy en día como militantes de Morena es la elección del puerto de Veracruz, si no se la juegan con la diputada federal Rosa María Hernández Espejo, candidata del partido político al que ahora pertenecen, si no lo hacen traicionan al líder de la cámara de senadores, el tabasqueño Adán Augusto López, y no podrán siquiera saludarlo cuando él fue quien los salvó de ir a la cárcel con todos los delitos que guarda la ahora congelada carpeta azul.
En estos comicios le daría toda la razón a la gobernadora Rocío Nahle García de no admitirlos en Morena, ya que tendrían que traicionar a su fiel seguidora Indira Rosales San Román y al perder la elección se quedarían sin el patrimonio político familiar más importante que es el ayuntamiento del puerto de Veracruz que es una fuente de ingresos y favores políticos.
Es una decisión difícil la que tienen que tomar, aunque la vayan a disfrazar basados en el número de votos.
Por lo pronto Movimiento Ciudadano, que les había levantado la mano a través de Dante Delgado a los dos Migueles Yunes y Márquez; ahora el dirigente estatal Luis Carbonell les cerró la puerta de manera total. Sólo les queda el PT y el Verde Ecologista, partidos dedicados a recoger los desechos.
El tío Héctor Yunes Landa hace tiempo rompió con el patriarca de la familia, a sus sobrinos Miguel Ángel y Fernando les tiende la mano y se llevan bien como familiares.
De que van a estar interesantes estas elecciones municipales no hay duda que el PAN tiene el peso para ser la segunda fuerza electoral en el estado se comprobara en este verano político.
El Verde Ecologista va a defender sus plazas que le corresponden como es Alvarado y Tuxpan no hay duda por contar con los mejores candidatos al tener a Charito Álvarez y Alberto Silva Ramos.
Del desaparecido y agónico PRI, para no ofender a los amigos mejor no lo mencionamos, pero de las grandes metrópolis veracruzanas no figuran a pesar de contar con personas valiosas como la candidata porteña Carolina Gudiño.
Que le den tanta importancia en las columnas políticas, en un evento, que por estar distraídos por tomarse una foto con el hijo de López Obrador y dar la espalda cuando pasó la presidenta Claudia Sheinbaum y no los saludó de mano a los líderes camarales como son Adán Augusto López, Ricardo Monreal y sus acompañantes.
En un evento con 350 mil personas que para la mayoría de los presenten pasó desapercibido, no vale la pena dedicar sus valiosos espacios periodísticos en nimiedades.
En varias instituciones públicas como Pemex, IMSS y CFE en el estado de Veracruz suman numerosos casos de hostigamiento sexual, se les hace fácil a los jefes de estas dependencias pedir este tipo de favores bajo la amenaza de despedirlas.
El machismo mexicano tiene presencia en las diferentes burocracias, sin descartar la estatal, olvidando que ese poder es prestado y que es el pueblo el que los pone y se los puede quitar. Pierden el respeto estos servidores públicos.
Por razones obvias no podemos poner los nombres de los funcionarios porque saben quien los denuncia y las amenazas las realizan de manera inmediata.
El director del IMSS, Zoé Robledo debe investigar esas denuncias anónimas que existen en los hospitales de Veracruz.