El dirigente estatal de PRI Marlon Ramírez Marín afirmó que tiene los días contados en ese cargo y al mismo tiempo informó de las intenciones de los exsenadores del tricolor José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa de volver a participar en el proceso de selección como candidatos del Frente Amplio por la gubernatura del estado.
Ambos entregaron una notificación las cuales serán trasmitidas al Comité Ejecutivo Nacional que en los próximos días se les dará una respuesta.
Por el Partido Acción Nacional se encuentra entre los senadores Julen Rementería e Indira Rosales, cada uno cuenta con diferentes aliados, al expresidente municipal del puerto lo apoya el dirigente nacional Marko Cortés y a la senadora identificada con el clan de los Yunes, tiene el respaldo de la aspirante presidencial del Frente Amplio, Bertha Xóchitl Gálvez.
De acuerdo a las encuestas el que tiene mayores posibilidades es Julen.
Son tantos Yunes en la política veracruzana que se pierden en la costumbre y se busca el cambio. Aunado que es un apellido sirio libanés y ahora se quiere que haya un Pérez o un López, más comunes entre el pueblo jarocho que por tradición es contreras.
Hay dos personajes de primera línea de la política mexicana Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard Casaubon que se mantienen en una reserva estratégica están conscientes que el presidente López Obrador no los olvida y que en cualquier momento tendrán la gran oportunidad de participar en algo importante dentro del cierre del sexenio con proyección hacia la próxima administración federal.
Este silencio oficial sobre lo que les depara el futuro es la gran interrogante del equipo selecto que se mantuvo con ellos tanto en la Secretaría de Gobernación como en la de Relaciones Exteriores.
Para que el nuevo gobierno entre en funciones faltan cerca de once meses y no se puede dejar al margen la trascendencia del conocimiento y del trato que tiene el excanciller con los presidentes de las grandes potencias y por el lado del político tabasqueño no se puede desperdiciar la habilidad para resolver problemas gubernamentales y las salidas adecuadas en las tradicionales confrontaciones con los dirigentes de los partidos políticos de oposición.
Son dos valiosos ases en la baraja de la izquierda mexicana.
Cuando los gobernadores eran nombrados por el presidente de la República a eso ya se dio término, en esta ocasión, para los comicios del año próximo esos “dedazos” se acabaron y como lo reitera el mandatario López Obrador “nada que tengo que ver con los que lleguen a participar como candidatos de Morena”.
Esa es la principal razón que les da confianza a la docena de los políticos que se inscribieron en esta contienda por la gubernatura del estado de Veracruz. Si el presidente López Obrador se hizo a un lado, el gobernador García Jiménez, -que en el pasado sus antecesores participaban en la nominación de su sucesor-, ahora se le tiene prohibido.
Debe ser congruente y evitar las prácticas del pasado que hoy en día contravienen a los principios de la cuarta transformación.
Cuitláhuac García sabe que si se pierde la elección le van a cargar esa responsabilidad.