La cantidad de anuncios que han inundado las ciudades de Veracruz del candidato a la senaduría Miguel Ángel Yunes Márquez pareciera que es el aspirante a la gubernatura, que es donde la campaña podría estar más compleja, cuando debieran aparecer los dos juntos, José Yunes Zorrilla y Miguel en dichos espectaculares, mostraron los azules al grado de marginarlo dentro de esta estrategia electoral que debiera ser de manera conjunta, desde un principio los neopanistas enseñaron su gran egoísmo e interés personal, olvidando y haciendo a un lado al político de Perote.
Se supone que se trata de un solo equipo, pero al parecer esta relación partidista no existe y que cada quien jala de manera independiente. A lo mejor él que no está interesado es el priista que lo relacionen por tantos negativos y acusaciones que han acumulado los integrantes del clan familiar yunista del Estero.
Los dirigentes del PRD atinadamente no participan y no quieren entrar en los pleitos de comadres que son tan habituales en estas campañas estatales. Los dirigentes nacionales del Sol Azteca no los toman en cuenta a sus candidatos y no los apoyan con alguna propaganda con el fin de que los conozcan.
Todavía no empieza la campaña para la gubernatura de Veracruz y los saldos de la guerra sucia son abundantes y según analistas serán muy redituables al momento de que los veracruzanos emitan su voto; esto es sólo el principio nadie se quiere imaginar cómo terminarán, si es que llegan al final.
El tema del dueño de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego, ha logrado un nivel a escala nacional que nadie se esperaba, el periodista de la agencia Sin Embargo da a conocer que existen créditos fiscales hasta por más de 60 mil millones de pesos que se remontan a la época del entonces presidente Vicente Fox cuando se condonaban los impuestos a los empresarios mexicanos más ricos y poderosos.
Desde el presidente Luis Echeverría con la muerte del empresario regiomontano Garza Sada se quiso congraciar con la clase pudiente del país.
En las encuestas realizadas en el estado de Veracruz hay un dato muy interesante el 31 por ciento de los entrevistados manifestaron que están indecisos y que no saben por quién van a votar y si a esto le sumamos que cerca del 40 por ciento del padrón estatal no acuden a emitir su sufragio, coloca a los participantes en esa contienda en una situación muy compleja sobre el aspirante que triunfará.
Cerca de 3 millones 800 mil veracruzanos se espera que acudan a las urnas el próximo dos de junio, lo que indica que 38 mil es el número mágico que marca cada punto de diferencia entre los tres candidatos Rocío Nahle, Pepe Yunes y Polo Deschamps a la gubernatura de Veracruz.
Se trata de convencer a la gente y hay que visitarlos casa por casa como lo hacía en su campaña presidencial el tabasqueño López Obrador, quien recorrió todos los municipios que tiene el país. Nunca tuvo un horario para el descanso, el resultado fue obtener más de 30 millones de votos.
Los actos masivos no reflejan ninguna realidad porque todo mundo conoce que son obligados a que asistan y el acarreo en lugar de ayudar se convierte en una molestia muy negativa que a veces se traduce en un sufragio en contra.