Rosa Isela, Ana Lilia y Martha Aurora fueron asesinadas en los primeros días del mes. El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio tiene registrados 15 casos en los últimos cuatro años, revela una información que se difundió durante este miércoles.
A una semana de sucedida la desaparición de Rosa Isela se recuerda cuando al siguiente día sus familiares iniciaron una protesta para que las autoridades atendieran su reclamo de búsqueda. Y así fue, lamentablemente el cuerpo de la joven con ocho meses de embarazo al momento de desaparecer, fue encontrado sin vida en una casa en una comunidad del municipio de Medellín.
Entonces la Fiscalía dio con los asesinos y recuperó dentro del cuadro de horror, a la bebé, que había sido llevada por la presunta asesina a un hospital donde fingió como producto de su embarazo y para ser “atendida” junto con la menor.
Rosa Isela se suma, según María de la Luz Estrada, integrante del OCNF, a los casos de otras dos jóvenes más. Ana Lilia y Martha Aurora. Las tres asesinadas en menos de una semana.
De estos lamentables e indignantes hechos en la sociedad que compone a este país, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) denuncia que los casos evidencian un modo de operación de redes criminales, pero que las autoridades se niegan a realizar las investigaciones correspondientes.
“El problema es que si no se hacen bien las investigaciones nunca vamos a poder desactivar este tipo de eslabones complejos de cómo opera hoy la criminalidad en México y que está poniendo en riesgo a las mujeres… Para empezar, las autoridades dudan que sean feminicidios”.
El caso de Rosa Isela no obstante, parece ser el más allegado de información y que, incluso, ha trascendido a la luz pública. Fue precisamente la autora del crimen quien se hizo pasar como embarazada, bajo engaños citó a la víctima y luego robó al bebé. Pagó además diez mil pesos a un cómplice.
En Veracruz éste no es el único caso que ha cimbrado a la sociedad. Y ciertamente como dice la organización ciudadana, es hora de que se profundice no solo en las investigaciones, sino en las razones de fondo de una conducta como esta.
Es decir, ir más allá del esclarecimiento de los hechos y darle una connotación social a este tipo de acciones para entender qué está pasando en las mentes criminales para llegar a este nivel de daño a las personas.
El caso de Rosa Isela lleva a recordar y hurgar en los expedientes de un hecho similar en abril de 2018, cuando una mujer fue raptada, también primero con engaños, y luego apareció sin vida en el municipio de Alvarado. Un modus operandi muy similar al ocurrida con Rosa Isela en Las Bajadas, el uso de un taxi y luego a una hora aproximadamente de distancia, terminaron con su existencia y extrajeron al bebé.
En abril del 2018, se recuerda el caso de otra mujer embarazada, identificada como Jenny Judith Seba Velasco, de 23 años de edad, quien fue asesinada de igual forma para extraerle a su bebé.
Era un martes 3 de abril, cuando al salir de la clínica IMSS de Lerdo de Tejada, en compañía de su madre la víctima fue abordada mientras esperaban el transporte para volver a su domicilio.
Una mujer las abordó para decirles que quería regalarles ropita para el bebé. De igual forma que lo hicieron con Rosa Isela.
La joven aceptó la oferta pero subió sola al taxi con la mujer, para trasladarse al domicilio de esta última, en una localidad del municipio de Alvarado. Lugar donde después hallarían el cuerpo y horas después se recuperaría el bebé en la casa de la madre de la presunta asesina.
El hecho, uno más de este tipo, habla del grado de descomposición social en que se está viviendo en estos momentos.
Debiera al menos, implementarse campañas preventivas de alerta entre las mujeres que cruzan por un embarazo para evitar ser sorprendidas.
Ayer despertó también alerta de las corporaciones el reporte de una joven cuando confiadamente, en el puerto de Veracruz, dejó encargada a su pequeña a otra dama a la que apenas había conocido meses antes, en un parque de la zona norte de Veracruz.
Al ir a comprar a la tienda pañales y regresar donde dejó encargado a su hijo ya no se encontraba la mujer, quien después fue localizada en su casa con el infante.
En fin, es hora de poner atención a esta conducta social y a estos hechos que además de la ola criminal que se vive, enluta hogares por el robo del producto de las mujeres embarazadas.